Otra de esas joyas publicitarias que hizo Silvio Caiozzi. Porque a las tantas de la madrugada, todos tuvimos susto. Un minutazo lleno de emotividad.
¿Qué aprendimos hoy, chicos? Que siempre están contigo aquéllos que te quieren de verdad. Y que se puede ir a la cocina a las tantas de la mañana a buscar galletas. En los réclames, obvio.
[vía]


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