
En los ya rancios 80s, no existÃa el status de la cerveza. Para empezar, no se le llamaba cerveza. Se le llamaba "pilsener" ("y con timidez" según rezaba un comercial noventero en la radio). La llamada "pilsen", junto con la "malta" (Morenita) la llevaban en las clases más populares. No existÃa la botella de litro de hoy. Lo más grande que habÃa era el formato de 655cc. Un poco más de medio litro. Los viejos iban a las botillerÃas a comprar de a varias, y llevaban los envases dentro de bolsas (porque era mal visto andar con una botella de esas por la calle). Ni hablar de cervezas importadas, ni la variedad que es posible encontrar, ni la facilidad que existe hoy para conseguir una.
La "pilsener" que la llevaba en Chile era la Pilsener Cristal, "la que apaga toda la sed" según su slogan. La Pilsener Dorada era otra de las que, al menos por su presencia publicitaria, existÃa y también apuntaba a quitarte la sed con pilsener ("le gana a la sed más dura..."). Porque ese era el concepto que se usaba en ese tiempo. Pero, en su lugar, y siempre quitada de bulla, estaba la Escudo. "Conversémonos una Escudo" fue su lema de batalla de toda la década. En tiempos en que la publicidad de alcoholes apuntaba donde, por responsabilidad social, siempre debió apuntar: la gente adulta.
Toda esta imágen con la que se marketeó la cerveza desde siempre tuvo un cambio radical en los 90s, con la llegada de Becker. Lo que insinuó Cristal alguna vez y que no le resultó tanto, a Becker sà le resultó. Y vimos status, gente más joven, un nuevo diseño de botella, distinto a las botellas sin forma de toda una vida. Y un logro comunicacional tremendo. "Estar en otra es estar en Becker". Y todos diciendo "estai en Becker..." Pero eso ya es otro cuento.
Por ahora, un comercial de 1988 (según me soplaron en YouTube) de los últimos tiempos de la época "adulta" de Escudo. Muchos jóvenes hoy en dÃa, hijos de la democracia de la Concerta, que se la gozan con los comerciales de "¿y tu hermana?" o "¿por qué no te probai esta mejor?", jamás se hubieran imaginado que alguna vez hubo un comercial de Escudo protagonizado por una señora casada con un mensaje a su marido. Una mujer infinitamente comprensiva. Y por supuesto, finalizando con un "¿Conversémonos una Escudo? Yo invito".

Cachureos fue un programa de TV que irrumpió a mediados de los 80s en Chile con una innovación importante: niños actores. Estos niños tenÃan un amigo "más grande" llamado Marcelo, a quien llamaban cuando tenÃan un problema. Con ese formato duró sólo un año. La siguiente temporada ya era un programa show con público infantil en las graderÃas, con juegos y música (más al estilo del Club de los Bochincheros, pero sin un ambiente tan de circo).
Al poco tiempo aparecieron los primeros personajes "monos". Los célebres "monos" de Cachureos. Entre ellos, nuestro invitado de hoy: el Tiburón. Que yo recuerde, este mono irrumpió en Cachureos mucho antes que todo el resto. Cuando aún no estaban ni el Señor Oso, ni Epidemia, ni el Gato Juanito (ni mucho menos Chanchomán), el que sembraba el terror en el show durante los 80 y hasta mucho tiempo después, era nada más ni nada menos que este mono de esponja. El que estaba dentro del traje era ni más ni menos que Jorge Garrido, quien se hiciera conocido luego (o durante esos mismos años) por su personaje de "Segura" en el Jappening con Ja. Alguna vez hubo hasta un concurso de "gánele al Tiburón" o algo por el estilo. El cuento de este mono era entablar una breve conversación con Marcelo, el presentador del programa, para luego rematar con un ataque repentino y furibundo hacia el público, en donde varias veces se "comÃa" a un niño o niña y se armaba todo un concurso al rescate del niño "devorado". A veces los niños se asustaban de verdad. Era entonces cuando Marcelo, en un increÃble ataque de compasión, le regalaba a la "vÃctima" del Tiburón una caja (o dos) de los mÃticos chicles Dos en Uno o bien un cassette de Cachureos.
Con los años, el Tiburón perdió la voz y en sus últimas apariciones el traje de esponja ya estaba definitivamente a mal traer. Era hora de cambiar de villano. Y para ello, los genios creativos inventaron a Chanchomán. Pero eso ya darÃa para otra historia.
El videillo de regalo de hoy es nada menos que una intervención tÃpica del Tiburón. Aporte de eliasgaray en YouTube.
Vivimos en un paÃs de mierda. Cuando no son los terremotos, son los temporales. Y cuando no son los temporales, son los volcanes. Pero, como con tener un paÃs de mierda no basta, también la gente que toma decisiones importantes tiene que ser de mierda. De otra forma no se explica cómo cresta se pudo autorizar una canalización ridÃcula para un cauce natural que, en temporada lluviosa, sobrepasa con todo la capacidad que los genios de la ingenierÃa alguna vez imaginaron que llegarÃa. Un cauce natural que escondieron para hacer más casas para la gente linda. Y el Canal de Ramón se desbordó. Si al menos hubiese sido el Canal de Oscar, hubiese sido más chistoso. Pero no. Y la crecida del rÃo Maipo dejó la mansaca en las plantas de purificación, esas que alguna vez cierta empresa sanitaria nos metió como justificación para aumentar nuestras cuentas de agua al doble. Ahora resulta que estamos pagando y los frescos de raja cortan el agua sin aviso y al lote. O sea, está bien que sea a causa de una emergencia. Pero asà tan al lotijuay...
En general, para hacer algunas cosas hay al menos dos maneras. Aterrizando al caso de las aguas cochinas, estas dos maneras eran: o avisar y hacer una campaña en la población de no consumir el agua y dejarla solamente para higiene... o cortarla y dejar a medio Santiago oliendo a cloaca. Cortarla, obvio. Fácil y bonito (y además rápido). Creen que la gente es huevona. Creen que no le da el seso para entender un mensaje simple y claro. A los de Futaleufú con lo del volcan les hicieron lo mismo. TÃpico de un paÃs en donde se opta siempre por lo más fácil (saludos, Condonito).
Y la queja no se hizo esperar con los cortes tan largos y tan al lote. Se le preguntó a Aguas Cochinas Andinas. Mutis total. En general las cagadas son de dos tipos: las que pueden explicarse, y las que no tienen explicación (y si se intentan explicar, la embarran más). Lo peor de todo es que no hay ninguna ley que proteja al consumidor en este tipo de casos. Más terrible aún si consideramos que las empresas de aguas sanitarias son un monopolio (uno no puede elegir su compañÃa).
Es que no se puede hacer una vida normal con cortes tan al lote. Te cortan el agua sin avisar, te dan una hora en que va a volver y no pasa nada. Te levantas al otro dÃa, rogando que haya agua para bañarte y los frescos de raja no respetaron la hora anunciada y todavÃa no la reponen. Te vas a tu trabajo oliendo a mierda y esperando que, ojalá, nadie te haga notar el olor a sopapo y te deje en vergüenza. Vuelves a casa. Te avisan que volvió por un rato en la tarde y que la volvieron a cortar. Te emputeces, lanzas mil maldiciones, te pones a ver los noticieros nacionales y te enteras que en San Bernardo los tienen con el agua cortada por ya dos dÃas. "Siempre hay gente más cagada que uno", piensas, y te vas a la cama con la cabeza fuera de las sábanas, para no oler el aroma asqueroso de tu propio cuerpo. Indignante.
Como siempre, los grandes de las empresas nunca pierden. La dignidad del de a pie es la que queda putrefacta. Igual que las aguas cochinas.

Cuento aparte es la publicidad de Winter. La génesis de toda la campaña de Andrés Rillón personificando al viejo rayado y cecinómano de los comerciales de Winter se describe en un párrafo de la columna de Sergio Paz en el suplemento "El Sábado" de El Mercurio publicado ayer:
Andrés Rillon rasguña el cielo cuando Alberto Israel, el publicista, lo llama para proponerle un personaje para las cecinas Winter. Y Rillon acepta con la condición de que sea él mismo quien escriba los guiones. En Youtube hay uno que todo el mundo comenta: ¿Sabe usted lo que le llevaba la caperucita roja a la abuelita? Pues mortadela Winter. Por eso el lobo se la comió.
Y este señor, que no sé como no murió de cecinitis, con humor absurdo se iba en historias voladas y no dudaba en escribir una carta con una salchicha al tiempo que se la comÃa. Y siempre con mucho "Winter ya", que era una manera de referirse a la inteligencia. Hasta a mà me dijeron más de alguna vez en el colegio que tenÃa ese tal "Winter ya". Cuando estas expresiones pasan a formar parte del lenguaje es cuando se nota el impacto comunicacional. Notable. Toda una época.
Si quieren leer la columna de Sergio Paz sobre Andrés Rillón, el link está arriba.
El video es un aporte del usuario lbowne en YouTube. "...no estoy para nadie. ¡Entiéndalo! Son tan inoportunos..."

En 1974 aparece Drive. Pero no era cualquier detergente. ¡No señor! Éste sà que era poderoso, porque tenÃa "BIO-ZOLVES", una especie de seres tipo "Pac-Man" que se "comÃan" la suciedad (dejando la ropa impecable, ¿no?). Y el niño de la época veÃa a su mamá lavar y veÃa esos puntos de color (que se suponÃa que eran los bio-zolves) y se los imaginaba actuando y comiendose la mugre... ñami, ñami...

No deja de llamarme la atención la aparición de estos seres en 1974, considerando que Pac-Man fue lanzado como videojuego en 1980. ¿Pac-Man copia de los bio-zolves?
Luego en 1988, para "acompañar" en el mercado al célebre Skip, apareció la versión "Matic". Y ahà ya fue el adios, goodbye, sayonara a los bio-zolves. ¿DeberÃan volver, aprovechando el apogeo de tanta "mascota" en la publicidad?
"¡Pero mamá, tú puedes, tú siempre puedes!" El video final del dÃa de hoy, de Drive, pero ya sin los bio-zolves.
Todas las fotos son del sitio oficial de Drive, o mejor dicho, de este archivo Flash perdido en su sitio.

Sinceramente, estuve entre escribir sobre la lavadora redonda enlozada clásica y la reversomatic. ¿Por qué gano esta última? Porque fue la primera lavadora que tuvimos en casa, mucho antes de la automática coreana que tenemos ahora. Cuando no habÃa que recurrir a otros paÃses para abastecernos de máquinas. ¡Hasta teles chilenas hubo!
Y el videito de costumbre para hoy es el de la primera reversomatic de Sindelen, talvez de fines de los años 70 o comienzos de los 80. Es en colores, pero el color en ese tiempo era tan malo que casi no se nota. Aporte del usuario tallware en YouTube.
Don Preto habla hoy de la propaganda polÃtica solapada que algunos candidatos envÃan a las casas en forma de "informativo a la comunidad" aprovechando sus cargos municipales actuales. Además revisa en vivo que pasa con su Facebook y explica por qué ya va de vuelta de eso. Todo en la primera edición de su reformulado Quieren Chicle: Don Podcast.

Mafalda es una creación, como muchos ya sabrán, del dibujante de tiras argentino Quino, quien quiso retratar a una tÃpica niña de clase media de fines de los '60 y comienzos de los '70, muy pensante y con un marcado ánimo de lograr la paz mundial. Apareció en forma de tiras cómicas en la prensa argentina entre 1964 y 1973, además de ganar fama en diversos paÃses de Latinoamérica.
Y aquà la tienen a la chiquilla: "El Mundo de Mafalda".

Curiosamente, de este vago recuerdo tengo más dudas que datos. No me consta su existencia aquà en los 80s, sino más bien durante los 70s, lo cual digo casi patudamente porque no lo vivÃ. En algunos foros dicen tanto que era mala como que era muy dulce y con muchas burbujas. Curiosamente, ya a nivel internacional, fue la tercera cola, tras Coca-Cola y Pepsi y tiene tanta historia como estas dos últimas. Tuvo su momento de apogeo hasta los 70s, y ya en la siguiente década comenzó a decaer. Tristemente, en Chile, los únicos vestigios de su presencia son los letreros publicitarios de lata que aún quedan en uno que otro almacen perdido, como el de la foto (fdo h @ Flickr), en cuya descripción dice haber sido tomada en el sur chileno. ¿De casualidad tuvo en su distribución algo que ver con Nobis? ¿La sacaron por mala?
Hace poco tuvo un revival en ValparaÃso y Viña donde nuevamente se vendÃa, pero desconozco qué fue de eso (pues no vivo allá). PodrÃamos decir que "se busca". Cualquier información sobre su paradero, en los comentarios, porfa.
Y como su videito no puede faltar, un comercial gringo setentero del brebaje a continuación ("Me and my RC", 1975).

Cof, cof...
Era 1986 y se celebraba el mundial de fútbol de ese año en México. Entonces surgió "Canal 9" o "Señal 2 Frecuencia 9" como una suerte de alternativa al mundial. Quizás lo que más se recuerde de ese canal haya sido el Satélite del Deporte, un programa conducido por Jorge Hevia en que se "colgaban" de ESPN para transmitir, entre otras cosas, las competencias gringas de camionetas monstruosas. También recuerdo haber visto pelÃculas, monos animados como Popeye y Los Picapiedras, incluso en horario de teleseries. Hasta Mazapán alguna vez pasó por esa señal. Todo terminarÃa a fines de la década con una nueva ley de televisión que impedirÃa a los canales manejar más de una señal, además de la llegada de las señales privadas. Esto, junto con la crisis a la que llegó el canal nacional a fines de la década, los motivó a deshacerse, no sólo del Canal 9, sino que también del canal 4 de Isla de Maipo, que retransmitÃa la señal principal y el canal 2 "El Roble" que se veÃa en gran parte de la zona metropolitana "no santiaguina". Este Canal 9 transmitÃa sólo en las tardes-noches y duró aproximadamente hasta septiembre de 1990. Semanas más tarde, nacerÃa Megavisión ("el otro canal") en el mismo lugar.
Este antecedente es curioso, sobre todo ahora que estamos próximos a la llegada de la TV digital terrestre y la posibilidad de los canales de producir varias señales simultáneas.
Como regalÃn, y siguiendo la costumbre de las últimas semanas, un identificatorio del Canal 9 de esa época, administrado por TVN.
Como regalillo, el comercial de introducción de este primer PC. No, ni pantalla a color ni mouse ni menos un disco duro interno. Y se iniciaba con un floppy. Cosas de la época.

- No creer ciegamente en cualquiera, incluso en compañeros de trabajo con los cuales se trabajó por bastante tiempo. Uno de ellos ya se especializó por encontrar "pollo" cada cosa que hago y salirme con cuentos de terror de vez en cuando (y con esto me refiero a lo del psicólogo "perro a cagar" que dije en el podcast).
- No descarto que no vean con muy buenos ojos entrar a la empresa a quitarle la oportunidad a un interno. La dirección de la consulta me la dieron incompleta (no mencionaron el dpto.) y confusa (me dieron de referencia una estación de Metro a mil cuadras del lugar).
- Y finalmente: soy (casi) como Taz. Taz puede llegar a ser un demonio (de hecho, lo es) pero que bien se calma al escuchar música. Y como yo me conozco lo suficiente, hoy más que nunca no podÃa dejar en casa el discman (sÃ, aún lo uso). Hay gente que le cargan los CDs porque se rayan. A mi me gustan, más que nada porque todavÃa recuerdo lo que me costaba tener cosas en CD (tenÃa que ir donde un amigo a grabar cosas) y porque es lo portatil más romántico que va quedando, porque el cassette ya está muerto. Y para lo único que me está sirviendo el "cassette" es como adaptador para conectar el discman a mi equipo 3 en 1 ultra vintage y enseñarle algo sobre cómo es la música del siglo XXI y, por qué no, recordar sus mejores años. En especial cuando no está con la maña y se ilumina su dial con luz amarilla. Impagable.
Y, a propósito de Taz (y gracias al usuario McLocoMX en YouTube) es que dejo como pequeño regalito el corto clásico donde debuta el Demonio de Tasmania (Tasmanian Devil). Mi escena favorita es cuando a Lucas se le desarma la trompeta. Siempre me rio en esa parte pese a haberla visto por primera vez hace más de 20 años.
Ahà se ven.
El gran dÃa era cuando mi viejo me levantaba temprano y me llevaba al Persa Estación para comprarme zapatillas. Y fijo que era una mañana entera, con media tarde inclusive. El paseo parecÃa eterno, entre vendedores insistentes, la música de cumbia de las casseterÃas a todo volumen y las fachadas gigantes de los locales, tapizadas de chaquetas con chiporro o jeans. Recuerdo que cuando chico jamás conocà las zapatillas de marca. Después subir a la micro con el clásico "¡upa!", de vuelta a la casa, con el olor a bencina impregnado y aguantando las ganas de vomitar. Pero con zapatillas recién compradas.
Pensándolo bien, es hasta bizarro que hayan existido las zapatillas de He-Man. O sea, He-Man es poderoso, jamás usarÃa zapatillas, no es su estilo y ni siquiera combinan con su traje. De seguro Skeletor se le reirÃa en su cara y sus amigos lo molestarÃan por mamón. Las zapatillas de este comercial ochentero son tan malas, plásticas y rancias como las que me compraban a mà pero, por otro lado... vamos... ¡son zapatillas He-Man! Ver la cara de envidia de los amiguitos simplemente no tenÃa precio. Yo dirÃa más bien que tenÃa precio infinito.
La suerte es la suerte, dicen. Con lo primero que nos sorprenden los noticieros es con la erupción del volcán Chaitén y el éxodo de la localidad homónima a Chiloé y Puerto Montt. Luego de tanto detalle, la pausa comercial nos muestra el caso de una universitaria que se vino del sur a estudiar a Santiago, vio lo arruinado del departamento que consiguió y acudió a una conocida tienda. "Bienvenida a Homecenter..." dice el vendedor. Ella responde "soy de Chaitén". Que particular coincidencia. El que propuso esa localidad para la joven del comercial debió haber recibido su buen bono. MÃnimo, pos. O sea, no cualquiera tiene ese poder de anticipación... Yo reclamarÃa.
Pero hay algo que me llama la atención. Yo creo que nadie, ni yo mismo, nadie se acordaba que esta niña era de Chaitén. No se repitió el fenómeno de Cachiyuyo y su teléfono público. Lo de la compañÃa de teléfonos fue una campaña mantenida por mucho tiempo, tanto asà que quedó "en el inconsciente" y ya es parte de la cultura popular. En cambio, lo de la mina de Chaitén fue harto más piola, tanto asà que la contingencia se comió con zapatos el comercial.
¿Existirá de verdad ella? ¿Qué pensará de todo esto? ¿Extrañará a sus familiares? Sin duda, serÃa portada de LUN... ¿Exigirá retirar la campaña de los medios por el mal momento familiar y la angustia que está pasando? ¿Se lo impedirá el contrato?

Presentación:
General Fuzz - Smiling Perspective
iNTROSPEKT - Mekhanix
De fondo:
iNTROSPEKT - Mekhanix
Cierre:
Belief Systems - Filter-dub (Atmospheres)
(Tracks usados bajo una licencia de Creative Commons)
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