Tumblr prohibirá el material adulto y los internautas con alma de calentones comienzan a correr en círculos. Eso, y el intento de Preto de contar sus vivencias como usuario de Uber, aliñado con la mejor música del momento (?) conforman este todo sonoro pluscuamperfecto conocido (?) como Malditas Patrañas, un show que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que "Charly Tango".
Ya salió nuevo capítulo y, por suerte, ya tenía mi popcorn de 20 kilos listo y a la mano. El capítulo de esta vez revisará algunos de los concursos tevitos más recordados de la televisión local y de cómo una idea de unos juegos europeos entre ciudades terminó inspirando verdaderos monstruos como el "It's a Knockout" australiano y el siempre recordado "El Gran Juego de la Oca".
Esto pasó cuando un Preto se desahogó de lo que siente cada vez que se ve envuelto en un grupo de conversación. Y pa' más recacha, Brasil eligió a Bolsonaro. Todo esto con la mejor música del momento (?) en un programa que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que "Once Comida".
Chile, país pobre. Sí, ya sé que lo he dicho una montonera de veces, pero es que era así. Al grueso del "pueblo" no le alcanzaba pa' la Coca-Cola diaria, ni siquiera pa' un jugo en polvo medianamente decente como el Zuko o el Tang. Entonces los "refrescos en polvo" eran la sensación. Al Yupi (que por cierto no estaba solo, también estaban el Caricia, el Fla-Vor-Aid, entre otros), es que al Yupi se le recuerda mayormente por esos púberes conocidos como los "Yupiboys" que llegaron justo con el cambio de folio a la nueva década de los noventas y que cada uno tenía su "gracia", así como los monos de los Kapo, pero en humano. Al Yupi no se le recuerdan tanto sus comerciales de su época ochentera (como se recuerdan los de las otras marcas que ya mencioné), así que por eso quiero hacer este rescate. Este concurso regalaba sets Playmobil (para armar la ciudad Yupi o "Yupilandia"), computadores (presumiblemente Ataris), bicicletas y otros. Todo adornado por colorinches mascotas para cada sabor, que con la ley de los sellos y el rotulado, ya no se podría hacer hoy. Weón, la ley de los sellos nos robó la infancia.
Y aún más: otros dos comerciales de los ochentas, con nada menos que Los Magníficos (The A-Team) y Daniel Muñoz personificando a "El Efe". ¡Pero por qué se recuerdan más los Yupiboys!
Un dieciocho donde ya no pesan tanto las tradiciones, el Tedeum ya no fue por la tele, la "Parada" ya no será en cadena nacional, pillan a la autoridad manejando curá, pero siguen aplicando el ingenio del chileno pa los nombres de las fondas. Mientras tanto, dejan dos bicis arriba de un puente, vetan a un alemán por comer mucho en un tenedor libre, abren una store de Nintendo para Chile, Apple es acusado de sexista y hacen volver a la Sabrina pero en onda dark. Todo esto con la mejor música del momento (?) en un programa que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que "Santiago City".
En este episodio piloto me dio por hablar de las bicicletas, las que da gusto ver y las que se pasan las normas por ahí mismo. Además, comento sobre el fin del mito de la copita al día, el fraude de Sony en el disco póstumo de Michael Jackson, y que están volviendo todos y todas y todo, como las Spice Girls y el Windows 95. Todo esto con la mejor música del momento (?) en un programa que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que Onda Vaselina en Viña del Mar.
Estaría de más que me pusiera a explicar en unas cuantas líneas lo que fue Nubeluz, ese programa peruano que nació en 1990 y que se esparció como fiebre por toda Latinoamérica. El cuento es que fue tanto el boom de este espacio dirigido por dalinas, animado por cíndelas y gólmodis y presenciados por nubecinos y nubetores de ambos lados de la pantalla, que se armó un tremendo marketing en base a productos de consumo. La marca Nubeluz fue llevada a un amplio abanico de productos: leches, zapatillas, ropa, hasta "joyas" para las más pequeñas de la casa. Le metieron su marca a todo lo que pudieron.
Para empezar, la leche en polvo Nubeluz, leche pura "de vaquita".
Ahora le toca a las joyitas de Nubeluz, que incluso en Chile las distribuyó Rochet.
Luego, el shampoo Nubeluz, en donde un niño con aspiraciones a latin lover se jactaba del éxito que le producía en las mujeres...
Infaltable, una muñeca de Nubeluz.
Era que no, tampoco un jugo oficial de Nubeluz podía faltar
Ahora nos vamos con otros productos como zapatillas, ropa y, sí, de pilón, el Nube Muz, (el mousse de Nubeluz).
Y cerramos con las loncheras Nubeluz... porque tanta cosa había que meterla en algo, ¿no?
Así se hacía TV en México en los 60s. Ultracomercial y a lo grande, en tiempos en que
tener TV aún era un lujo. Por las pantallas del antiguo XEW-TV (antes de Televisa) de 1965 desfilaban actores, comediantes, cantantes, grupos musicales, con orquesta y todo. Y cada programa patrocinado por alguna marca (y que se vea bien la marca). Ya se podían ver las primeras incursiones de Jacobo Zabludovsky (célebre por aquella canción de Molotov... en fin...). Incluso, según un comentario en el mismo video, aparecería Sonia la Única, cantante chilena que hizo carrera como bolerista durante largos años en el país azteca.
Por aquí, en Chile, bien gracias, habían artistas... pero igual dábamos pena haciendo tele con
el vuelto del pan. Nuestra utópica TV cultural sin publicidad.
En 1990, el tema "Mi Abuela" interpretado por Wilfred Morales, de Wilfred y la Ganga, fue un hit en Chile. El tema era malo, es más, hasta el mismo Wilfred cuenta que fue una parodia. Pero aún así y con todo, dio pie para que aparecieran las típicas publicidades colgándose de la canción de moda. Tanto, que hasta la mayonesa Hellmann's quiso hacer su versión. Eso sí, 0% centroamericana. O casi.
Esta semana comento la entrada en vigencia de la famosa ley #ChaoBolsasPlásticas, en donde traté de que mi inclinación no se notara. Traté y traté, pero no lo conseguí. Junto con ello, encuentran la carcacha que usaron los Aerosmith en sus primeras giras, el Metro de Santiago tendrá la escalera más larga de Chile, Snoopy celebró su cumpleaños, a algunos bolivianos les gusta que les vean las bolivianas y más. Todo esto con la mejor música del momento (?) en un programa que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que Sin Mochila.
Pocos comerciales tan hinchapelotas y chillones como éste. Pocos. Pero se hizo para los niños, así que había que hacerlo así de estridente para llamar la atención y que sirviera para que el niño, tan influenciable por la televisión, a la hora de ser alimentado se manifestara como buena ratita y exigiera su huevo diario igualito que en la canción. Pero ojo, "dame mi huevito", en singular, porque si no, flor de colesterol.
Y ya que estamos con gaseosas de naranja que lanzan sabores alternativos, así como la CCU tenía su Kem Piña y la Coca-Cola lo había intentado con su Fanta Sol, la Pepsi (cuando todavía no era recuperada en Chile por la CCU) lanzaba un nuevo sabor para su Mirinda. Por ahí está el spot de lanzamiento de Mirinda en Chile, en muy mala calidad, pero es lo único que hay. Mejor suerte corrió su sabor alternativo de piña, lanzamiento para el cual recurrieron a los personajes de Looney Tunes. Ni Bugs Bunny salvó a una gaseosa mala de ser mala. El cuento es que cuando CCU recuperó las licencias de PepsiCo, privilegió a Crush, y Mirinda... se fue con su buena PLR.
De yapa, o de pilón, un aviso de Mirinda para la India, en blanco y negro, ignoro de qué año. Fans de lo creepy, los quiero.
Eran fines de los noventas. Cuenta la leyenda que cuando llegaron los mexicanos de TV Azteca a comprar La Red, hicieron un contacto en directo con el Rafa Araneda, que llevaba bastante tiempo en el canal, y su veraniego programa en La Serena. Una vez que los cuates se tomaron finalmente el canal, Araneda estaba fuera. Curiosamente, en los dosmiles, como sabemos, el Rafa terminó trabajando para la mismísima TV Azteca en México. Pero sí, tuvieron que pasar algunos años para eso.
Nunca vi Revolviéndola. Lo encontraba demasiado desordenado, caótico, improvisado. Por lo mismo me llamó la atención que el recordado Yan Yan estuviera alguna vez patrocinando esta jauría de monos. El Rafa rellenando con Yan Yan y poniendo a prueba al pobre ser humano que osó ponerse encima la botarga. Dándose vueltas de carnero una y otra y otra vez y luego haciendo el loco.
Ya en 1974 los niños nos hablaban sobre abusos sexuales y violaciones en televisión abierta en horario familiar. Pero sin mencionar ni "abuso" ni "violación". Sin palabras.
Eran los ochentas y en la Coca-Cola de Chile pensaron que la Fanta Naranja estaba un tanto... repetida. Así que se embarcaron en la tarea de lanzar dos nuevos sabores. Entonces, en el verano del '87, aparecieron Fanta Sol (piña) y Fanta Frut (frutilla). En verdad nunca las probé. ¿Tanto costaba ponerles nombres más descriptivos, como Fanta Durazno? ¿O Fanta Uva? Oh, wait... verdad que unos cuantos años después lo hicieron y tampoco les resultó. Es raro que no les resulten bien aquí otros sabores de Fanta, siendo que en muchos países hay multitud de sabores de Fanta. Si no creen, revisen la Wiki. En Japón se pasaron.
En los ochentas, los programas matinales en radio con música de la Nueva Ola eran furor. Pero había un señor que se la pasó años usando como cortina musical cada mañana, en cada radio en que él estaba, el tema "Abran Las Ventanas" de Los Cinco Latinos, grabado en 1957 como lado B en un acetato de 78 RPM. Y mientras corría el disco, el se las mandaba cantando "Abramos las ventanas a la vida / Es primavera / Es primavera..." Cómo olvidar cada mañana esa lucha con mamá por apagar la radio y poner la tele porque a las 11 de la mañana empezaban los monos animados. En sí no era un locutor ni una circunstancia hincha pelotas, pero era tanta la insistencia y la rutina que me terminaba aburriendo.
Hoy todo eso no es más que nostalgia. Pero en esos ya lejanos días, lo único que uno quería era que la primavera terminara luego y llegara el verano, o bien, que mamá cambiara de radio. Lo último no ocurrió nunca.
Las siete lucas del papel confort. ¿Las cobraste? Junto con ello, aprovecho de aletear hablando del por qué de las colusiones, del cierre de las Pastas Suazo, de la gente que ve matinales gastando de sus megas del plan, de la filtración de las tarjetas de crédito, del reboot de ALF y más. Todo esto con la mejor música del momento (?) en un programa que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que la canción de Barticciotto.
En casa comprábamos productos alternativos porque eran baratos, incluso muchos de ellos ya han desaparecido y mientras estuvieron a la venta nunca tuvieron publicidad. La tele nos bombardeaba con publicidades de productos que no comprábamos porque eran caros, o porque encontrábamos que eran caros. En esa época ochentosa eran pocos los productos "famosos" que comprábamos. Yo tenía suerte con los yoghurts. Pero mucho más allá no llegábamos.
En casa comprábamos Abolengo porque era barata. Y cuando esa servilleta barata empezó a salir en la tele como la servilleta más absorbente de la galaxia, me sentí hasta más digno. O al menos una sensación de existencia difícil de definir o de darle un nombre. Teoría del capitalismo, ayúdame.
La primera vez que vi este spot, en un compilado de publicidad antigua, lo encontré medio creepy, pero original... para la época. Hay pocas cosas que se puedan considerar más "americanas" o "gringas" que la mantequilla de maní. Básicamente, el comercial se va en explicar con animación un tanto abstracta visualmente los orígenes de la mantequilla de maní hace "50 a 60 años atrás" (a contar de 1958) y qué había pasado con ésta, haciéndola ver como un producto novedoso pero defectuoso en cosas básicas, como por ejemplo que se ponía aceitosa, pegajosa y que no permanecía fresca por mucho tiempo. Luego, destacan su aparición en la década de 1930 como un producto mejorado en aroma y sabor y que finalmente no le debe nada al producto original.
Lo iba a traducir, pero se entiende con sólo mirarlo. Y eso no lo hace medio mundo.
La abominación apareció. El fondo blanco, esa mujer saltando al vacío, la música creepy, el efecto sobre la imagen cuando se muestra el par de botellas. Todo eso apareció nuevamente por casualidad cuando revisaba en YouTube tandas de comerciales antiguas y me encuentro en el canal de Telearchivos esta joya. Y vuelve todo el recuerdo de lo que ocurría al terminar el comercial: la imagen de las dos botellas con el fondo blanco permanecía fija en pantalla por varios segundos, y la música de terror aparece. Intento apagar ese aparato, luego desenchufarlo, pero nada, las botellas siguen ahí. Es entonces cuando no atino a otra cosa que correr... ¡para que esa botella de Nivea Milk en pantalla que sale de esa caja tonta no me coma!
Nunca pensé que esa suerte de tener papitos que a uno le compraban los yoghurt de moda terminaría por eliminar de mi vida el maravilloso pote de 175 gramos, reemplazándolo por el de 110. Carne por charqui. Y eso fue lo que pasó cuando apareció Requete Gurt.
Un yoghurt igual al otro, ya saben, al pote Soprole tradicional (yo nunca le noté diferencia) y que dependiendo del sabor venía con un mono distinto dibujado en la etiqueta.
Durante los 80s, en casa ni vimos máquinas lavadoras ni nada que se le parezca. Pero no, no por ser pobre se va a seguir con eso de lavar con jabón Popeye, no, hace rato que eso ya había sido abandonado. Eso sí, se lavaba a mano, con detergente en polvo y una escobilla plástica. Una tortura para todas las prendas. Éramos anticuados, pero no tanto. Aunque algo me hace pensar que esa ropa era de mucha mejor calidad que la ropa actual, para que resistiera tamaña tortura, claro.
Este comercial empieza con una mujer resignada al machismo, pero sorprendida: "Increíble, un hombre preocupado del lavado...". Aunque es raro. Porque, si bien no muestra ni por asomo una máquina lavadora, al final aparece una de esas antiguas calculadoras para intentar reforzar "calculadamente" que cuesta menos. Y sí, pa' qué lo vamos a negar, comprábamos de este porque era el más barato.
Mi vieja admiraba a este señor. El asunto es que se murió hace 31 años, un día como hoy 27 de julio, con tan solo 37 años, producto de un cáncer gástrico.
REC desenterró de sus archivos este momento de culto, cuando en 1986, con toda la fiebre del cometa Halley, Hernán llega al tecnológico ¿laboratorio? del Profesor Rossa a buscar una foto "en color" del mentado cometa. Un cometa que como ya sabemos, casi nadie vio.
Con pocas lucas se hacía tele bonita. Pero todo cambió. Todos cambiamos.
No, aquí no aparece ni el Quico ni Pablito Ruiz. Por cierto, Ruiz le hizo publicidad a Yogu-Up que era otro producto, yoghurt líquido con jugo de fruta (cómo habrá sido esa mezcla, ¿parecida al Hugo leche y jugo?). Y aunque no me lo crean, nunca en mi vida he consumido Yogu Yogu. Hay quienes nunca han visto películas ultra famosas. Pues a mí me pasa con algunos productos.
Y antes que me pregunten y como veo que en este spot simplemente se las denigra como objeto innecesario, sigo prefiriendo el yoghurt con cuchara. Así que, cucharas unidas jamás serán vencidas y tienen todo mi apoyo. Es más, si me traen un aflanado Lechesur... ¡me convierto en uno de ustedes!
Ya saben la historia de la Fanta: la crearon los nazis cuando les cortaron el suministro de ingredientes para hacer Coca-Cola. Pescaron lo que sobró de las manzanas que usaban para fabricar sidra, le agregaron el suero de leche que sobraba de la fabricación de quesos, sacarina, algo de azúcar y ya. Esa fue la primera Fanta, hecha de desperdicio prácticamente. Luego terminó la guerra y junto con la recuperación de su producción por parte de Coca-Cola, se crearon otros sabores, particularmente, el icónico sabor a naranja que tanto me gustaba. Y digo "gustaba" porque la actual, con la reformulación para bajarle el contenido de azúcar, ya no sabe a nada. Pero es que a nada.
Estos spots fueron realizados en la década de los años 60s para su introducción en España. El personaje-mascota es un payaso con cabeza de naranja. Un poco creepy pero entrañable.
El ministro Varela propuso armar un bingo para reparar unas goteras en una escuela pública. Mientras tanto, recuerdo mi peor pesadilla de infancia con una botella de Nivea Milk, la entrevista ochentera de la Paty Maldonado fue elegida la peor entrevista a Luis Miguel ever, y las tarjetas Redcompra ashí shuper shoras sin contacto ahora son shuper inshegurash. También Soprole lanzó un comunicado diciendo que la leche que venden es... leche (d'oh!), y a los influencers en España los multarán por sus canjes cumas. ¿Y si lo aplicamos en Chile? Todo esto con la mejor música del momento (?) en un programa que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que el Hombre Láser.
Sí, créalo. Así de ñoñas, comportaditas, familiares y lindas eran las fiestas en los 50s. Cuando llegaban los invitados, cuando escogían la música. A la pasada, ¡qué variedad de sabores que tenían estos señores!
No ando añorando por la vida que el pasado vuelva como otros... Pero estas publicidades algo tienen... No lo sé, pero algo tienen...
Así como la ven. Una muestra del futurismo de fines de los 50s y la era espacial. Cualquier bla blá que pueda escribir se queda corto. Muchos la recordarán por ser la tele del pollo Al de la juguetería en Toy Story 2. Hubo varios modelos, incluyendo la Decorator (la del pollo Al) y otra de pedestal. Lo cierto es que las ventas no la favorecieron mayormente y, más aún, tenía problemas y no era muy confiable, tanto que fue descontinuada entrando los 60s.
¿Conoces otra tele con un diseño así de futurista? Déjalo en los comentarios.
Rastros audiovisuales de RC Cola aquí en los sudacas la verdad es que escasean. No hay mucho, más bien no hay casi nada, a diferencia de USA, donde abundan, siendo mis favoritos la campaña setentera "Me and My RC" y más atrás en el tiempo, el par de spots que le hizo Nancy Sinatra el '67. Tenían su onda esas campañas.
Lo único que hay por acá y que se conserva son, primero, este aviso que fue emitido en Perú en los 70s.
Y luego, este aviso emitido en Paraguay en los 90s (y que no descartaría que haya sido hecho en los 80s).
No sé si resulte provechoso, pero ¿conoces otro aviso de esta gaseosa emitido por este lado del mundo? Si es así, déjalo en los comentarios...
Sí, como dice el título del post, así pintaba el canal 54 de Santiago hace 10 años. Hoy nadie sabe si con la TV digital este canal volverá (tuvo que abandonar su señal analógica para dar paso a la banda de telefonía celular 4G). Pasó tan sin pena nio gloria este canal 54 que no me acuerdo más que de su logo. Cómo una idea tan bonita pudo "aflaitarse" tanto cuando los nuevos dueños decidieron reemplazar el verde por el rojo... Hasta el día de hoy no lo sé.
Ya supimos quién fue el nuevo campeón del mundo. Ahora toca, y ojalá que ahora sí resulte, revisar la historia tevita de los mundiales, con los ojos de Canal 15, por Fernastro.
Predije hace 6 años lo de "la manada", pero no fue como te lo imaginas. Además, un gringo tiene cassettes de hace 50 años que aún suenan bien y los buses están ofreciendo realidad virtual y 3D de 5 lucas en sus viajes. Todo esto con la mejor música del momento (?) en un programa que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que Peter la Anguila.
A mí y a los oompa loompas nos encantan los formatos raros. Si son antiguos, mejor.
El Seeburg 1000 fue creado por la Seeburg Corporation e introducido en 1959 y era un aparato para reproducir música ambiental. Era capaz de contener 25 discos de 20 tracks (en realidad 40 minutos) en cada lado. Y de ahí su nombre, 20 x 25 x 2 = 1000. ¿Se acuerdan de las 1000 canciones del primer iPod? Pues esto es un poco más... arcaico nada más. Reemplazó a otro aparato, el Seeburg Library Unit, que hacía lo mismo pero con discos comunes y corrientes de 45 RPM. Además el formato de los discos era especial, ya que estos discos de la Seeburg 1000 eran de diámetro 23 cm., con un diametro de agujero central de 5 cm., y giraban a una velocidad de 16 2/3 RPM (la mitad de un long-play de 33 1/3 RPM). El brazo fonocaptor contiene 2 agujas de diamante de 0.5 mil, algo más delgada que las típicas de 0.7 mil, con un mecanismo especial que permite reproducir ambos lados de cada disco sin intervención humana.
Los discos eran distribuidos 4 veces al año (se imaginarán qué desgaste sufrían estos discos luego de 3 meses siendo reproducidos todos los días...) y un operador tenía que cambiarlos. Pero era lo de menos.
En el video, el buen chico Techmoan (en inglés) muestra el funcionamiento de esta máquina, la BMS1.
Por cierto que en YouTube existen muchos registros de la música que se distribuía en este sistema, aunque mi favorito por ahora es Fardemark, quien ya va en el sexto compendio del Seeburg 1000 y se las ha ingeniado para, con tocadiscos convencionales y algunas adaptaciones, volver a extraer la música de estos antiguos y raros vinilos.