Expermientar una sensación de cero gravedad no pareciera ser algo del espacio o de sofisticados simuladores de la NASA. Al menos no para ellos. Dentro de un avión especialmente acondicionado, el Airbus A300, bautizado como "Airbus Zero G", gente común y corriente, pudo experimentarlo.
El efecto se logra con una trayectoria de vuelo parabólica ejecutada por sobre los 20000 pies de altura. Esta altitud se logra con un vuelo horizontal a la máxima velocidad autorizada para este tipo de nave, aproximadamente 810 km/h. Luego el avión toma una trayectoria ascendente hasta llegar gradualmente a los 47º, hasta los 25000 pies de altura. A continuación, el piloto baja la potencia de las turbinas para entrar a la trayectoria de parábola. Ya en este punto la gente comienza a experimentar la ausencia de peso. Y luego, una vez alcanzados unos 28000 pies en el punto más alto, comienza la fase descendente hasta llegar gradualmente a una inclinación de 42º a unos 25000 pies. Durante esta fase descendente de 22 segundos es cuando se siente el real efecto de gravedad cero. Posteriormente, el piloto comienza a tomar una trayectoria horizontal nuevamente y asà salir de la parábola. Y luego otra parábola, y asÃ, y asÃ.
Las personas, luego de un breve entrenamiento previo a cargo de instructores, y dividida en equipos, es ingresada a esta nave "casi" espacial. Al comienzo, con ansiedad. Y luego, una vez que comienzan a experimentar el efecto, es cosa de verlo en sus caras para comenzar a imaginarlo.