Tengo que decir algo.
Admito que muchas veces he adoptado por amigos a quienes me siento capaz de ayudar en algo. Cuando amigos mios triunfan en lo suyo siento que no puedo hacer nada por ellos y me frustro. Ellos comienzan a cosechar éxitos en lo que sea porque tienen una personalidad distinta a la mía, porque sé que así como voy no llegaré nunca a alcanzar lo que ellos alcanzaron. Siento envidia de lo que otros logran. Me comparo a ellos y me siento mierda.
Cuando era niño me sentía poseído por una mentalidad ganadora. A medida que sentía la envidia del resto, perdí esa mentalidad, me puse más (entre comillas) humilde. Aguanté que me pasaran a llevar. Cedí ante la mediocridad del resto. Y de ahí viene mi lucha interna contra lo mediocre. Porque me miro a mi mismo y puedo notar que en el fondo tengo bastante de mediocre. Y a veces me odio. Aunque a veces se me pasa. Pero ya perdí. Iba derecho al éxito, pero me pusieron una trampa entre todos.
Cuando era niño me decían que era superdotado. Me la creí. Y en exceso. Y de ser inteligente pasé a ser soberbio, creído. Y automáticamente tuve el odio del resto. Comencé a desarrollar defensas contra la hostilidad que me rodeaba, en lugar de seguir mi camino. Perdí mi meta. Se salieron con la suya todos esos conchadesumadres.
No brillo en nada. Quisiera brillar en algo, pero siento que ni limpiando wateres.
Para qué me propongo encontrar amigos si al final pasa lo de siempre.
[De 44 Shadow Lane]
Admito que muchas veces he adoptado por amigos a quienes me siento capaz de ayudar en algo. Cuando amigos mios triunfan en lo suyo siento que no puedo hacer nada por ellos y me frustro. Ellos comienzan a cosechar éxitos en lo que sea porque tienen una personalidad distinta a la mía, porque sé que así como voy no llegaré nunca a alcanzar lo que ellos alcanzaron. Siento envidia de lo que otros logran. Me comparo a ellos y me siento mierda.
Cuando era niño me sentía poseído por una mentalidad ganadora. A medida que sentía la envidia del resto, perdí esa mentalidad, me puse más (entre comillas) humilde. Aguanté que me pasaran a llevar. Cedí ante la mediocridad del resto. Y de ahí viene mi lucha interna contra lo mediocre. Porque me miro a mi mismo y puedo notar que en el fondo tengo bastante de mediocre. Y a veces me odio. Aunque a veces se me pasa. Pero ya perdí. Iba derecho al éxito, pero me pusieron una trampa entre todos.
Cuando era niño me decían que era superdotado. Me la creí. Y en exceso. Y de ser inteligente pasé a ser soberbio, creído. Y automáticamente tuve el odio del resto. Comencé a desarrollar defensas contra la hostilidad que me rodeaba, en lugar de seguir mi camino. Perdí mi meta. Se salieron con la suya todos esos conchadesumadres.
No brillo en nada. Quisiera brillar en algo, pero siento que ni limpiando wateres.
Para qué me propongo encontrar amigos si al final pasa lo de siempre.

[De 44 Shadow Lane]