Para los que mayormente recordamos a McKay y Hucke como dos marcas del mismo dueño, el que durante muchos años, anteriores a la llegada de Nestlé, McKay y Hucke hayan competido nos parece... impensado. Pero sí. McKay tenía sus Alteza (que al principio eran sólo de bocado) y Hucke, pues que tenía sus obleas Hucke. Y no sólo se iban a pura galleta. McKay tenía hasta jalea en polvo y Hucke tenía sus chocolates y hasta masticables.

Pero... ¡Qué manera es ésa de comerse las Alteza, señorita! Y sobre las Hucke, es que eran simplemente inimitables y al final, a la señora que las trató de imitar, pues que no le resultó y terminó uniéndose al enemigo y arrancando en globo. ¿Por qué en globo? Beto. 

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Tiempo atrás tiramos por este canal [en las redes sociales] fotos del globo de Hucke en la vida real. Según la fuente, el globo fue visto en un área rural de La Reina, aterrizando de emergencia. El aviso de tele fue tan famoso, que de inmediato los brocacochis que vivían por ahí salieron al encuentro, pensando que el globo llevaba galletas y chocolates. Ehmmmm... cómo te explico... No. 

[vía: McKay / Hucke]

En el nuevo milenio, Dos en Uno agarró uno de sus productos regalones y le hizo un twist. O casi. Digamos que un rock and roll. Es el clásico papá jugoso que todavía se jura con aires de joven, que rescata la música de sus años mozos “a lo Elvis” y que ahora va al choque generacional con su hijo, que ya es un joven. Pero bien estereotipado, te voy a decir. “¿Te gusta el cidí?” Sí, obvio, el Hobby CD. 

¿Dónde estaba yo que nunca me enteré de esto? Un Hobby redondo y yo ni me acordaba. 

No sé si se podría hacer esto ahora, no por la gente que se ofendería, sino porque sería bien complicado andar con un Hobby del tamaño de un long play pa’ la hora del bajón. Ah, perdón. Verdá que ahora les dicen vinilos. Y ni mencionan Dos en Uno, no sé si por el takeover de Arcor o por no parecer infantil (porque Dos en Uno = Cachureos = cabros chicos). 

De verdad que vamos todos pa’ allá, así que no me reiría tanto. 

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“¡Que me parta un rayo si me la como!” Yo sabía que la señora mañosa de la coliflor tenía que estar en algún lado. Puede que sea el spot que más se recuerda de esa campaña de la Mayonesa Hellmann’s. Y de hecho, la frase pasó al habla cotidiana, mucho antes que por el disco de Christina y los Subterráneos. Eran esos días en que los actores nacionales se hacían su billetito con los “réclames”. Pero, como soy malo pa’ los nombres, espero que alguien de aquí sepa cómo se llama la mañosa (me soplan que es Gloria Laso). O sea, no la actriz, sino el personaje. Porque sí, digamos las cosas por su nombre, Tulio: mañosa. Es que no hay nada más maravilloso que la coliflor con limón. Con mayonesa no. Con limón.

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Esto va a ser un desbloqueazo para más de alguien por aquí. El que apareciera un set de “plumoncitos” que incluyera un plumoncito para “despintar”, nos parecía lo más cercano a la magia, algo que a muchos nos dejó locos cuando lo vimos en la tele, que los quisimos, pero que en su época pocos tuvieron. Estos “plumoncitos mágicos” de Paper Mate jamás llegaron a muchas paqueterías o bazares de barrio. Eran demasiado fifí. Y ya ni perdíamos tiempo en preguntarle a quien atendiera, que con suerte tenía Carioca. ¿Se podrían conseguir ahora? En fin, así como más de alguna vez hemos querido “desver” el show de algún pastel de turno, sería interesante saber si, por lo menos, podríamos conseguir estos lapicitos para “despintar” a gusto. Es algo, ¿no? 

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Mucho antes de la invasión de los chayanes internacionalizados, Chile tenía su propia identidad navideña, y hubo una tienda que, por años, impuso un jingle para celebrar la ocasión. Pascua feliz para todos. Sí. Pascua... y acostúmbrate. En Chile a la navidad se le llamaba pascua, y aunque estaba súper mal, el corazoncito mandaba.

Esto no necesita reseña. Con lo mínimo, basta. 

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Muchos recordarán el jingle “Pasajero del futuro” que se sacó la, en ese entonces, Lan Chile a fines de la era ochentosa. Pero el concepto lo venían deslizando desde bien antes. Esto es de 1986 y, junto con los “pasajeros del futuro”, también pusieron a niños en todos los roles que involucra una aerolínea. Los chicos de Lan se montaron un aviso en plan “Kidzania” el ‘86 y estaba olvidadísimo.

Ver a niños probando vocaciones me toca el kokoro cada vez. Larga historia. 

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Dama, caballero, lolita, varón. En la sociedá no necesitamos más pasteles como él. Respete a su prójimo, y aprenda a vivir en comunidá. No sea como este gil que, ante el primer aviso de promo, sale volando y pegando choque como condena’o pa llegar a la botillería más cercana... y menos por un par de pilsen. 

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Tony Kamo ese año 1992 nos hizo perder bien el juicio. En cada edición de “Una Vez Más” en el Canal 13, le daba por hipnotizar gente, no sin despertar sospechas de que todo era súper trucho, sospechas que nunca se confirmaron del todo. Y, era que no, algunas marcas se quisieron subir a la moda, como Entel. Las llamadas internacionales, antes del multicarrier, estaban monopolizadísimas por ellos. De ahí que no se entendiera mucho, al no tener competencia, por qué las promocionaban tanto en la tele, más que para marcar presencia (y ya habían hasta inventado el inmortal “Entel está aquí” para eso). Pero había que estar a la moda, y aparecieron varias imitaciones de Tony Kamo o de hipnotizadores en la publicidad, entre ellas ésta. Y esto se hizo con dos chauchas, más lo que costó ese péndulo con el logo Entel de la época. Porque Entel era, supuestamente, el que daba el servicio, aunque el teléfono mismo no fuera de Entel. ¿Y el tramo local? ¿Alguien quiere pensar en el tramo local? 

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Ahora que los chicos que salieron de la media están esperando los resultados de su PAES para postular a la universidad, rescatemos lo que hacían algunos preuniversitarios en tiempos en que nosotros dábamos la PAA. El, en esos años, Preuniversitario Cepech, al mando del profesor y, ya a esas alturas, personaje mediático Mario Banderas, echó mano a un poco de humor noventoso y nos mostró a un personaje hoy ya casi desaparecido. ¿Qué pasaría si un vendedor ambulante de la vieja escuela vendiera preuniversitarios? Fue chistoso en su tiempo, pero hoy parece otra manifestación más de publicidad ultra funá. 

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El por qué compramos y comemos popcorn cuando vamos al cine es una duda que todos hemos tenido alguna vez en la vida. ¿Por qué popcorn y no otra cosa? ¿Cuándo comenzó todo? "La historia del pochoclo y el cine", video del canal de YouTube argentino Hecho de Cine, no te pedirá más que unos 10 minutos para contarte toda la historia, partiendo desde los orígenes del cine, pasando por la Gran Depresión de 1929 y cómo este hecho histórico prendió la llama que hizo que el popcorn (o "pochoclo", como le llaman al otro lado) terminara siendo el amo y señor en las salas de cine de todo el mundo... hasta nuestros tiempos. 

El Chocman de Costa había sido un hitazo. Era obvio que había que lanzar una nueva versión aprovechando el vuelito. Y así, tuvimos esto: el Chocman XL, no por “extra large” (extra grande), sino que por “extra largo”. Igual no era tanta la diferencia. Un 25% más largo, con suerte. Lo que sí, como que le pusieron mucho color y alucinaron a lo Hollywood al final. Ahí po’, en tiempos en que el primo perdido del Mochati que le dicen, hacía comerciales. Y el “réclame” salió tan bueno que también lo pasaron en Perú (doblado, obvio). 

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Por alguna razón en la segunda mitad de la era ochentosa aparecieron nuevas marcas de cecinas. Esto amenazaba a las marcas más tradicionales. PF lanzó este spot hecho con dos chauchas para aparecer como el “producto conocido” en el que se debe confiar, para que "no lo pillen chanchito". Y aunque no toda cecina nueva era de dudosa procedencia, PF jugó con la ignorancia de la gente y su deseo de enterarse de la forma más simple posible cuando algo está mal, aunque en el camino el mensaje haya sido demasiado simplificado (en simple, metió a todas las marcas nuevas al mismo saco). ¿Pero estaba tan equivocada PF? Pues… no, fíjate. En algunos negocios y carnicerías de barrio hasta vendían cecinas sin marca. Y encima, al poco tiempo estalló el escándalo de los índices de materia fecal en las cecinas nacionales, lo que no dejó bien parados a varios, incluso algunos que se decían tradicionales y “conocidos”.

A ésos sí los pillaron "chanchitos". Literal.

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