El Spot del Recuerdo Internacional: El Ronald McDonald original (1963)
- Por William Hernández
- mayo 30, 2006
El Ronald Mc Donald original de 1963. Pfff... Hay pelotudos, muy pelotudos... y éste.
No habÃa escrito mucho de lo que pasé la semana pasada. A quién le importa, pensé, convencido de que escribir artÃculos más personales y recibir menos comentarios no van juntos sólo de casualidad. A la Isabel eso ya no le preocupa. La semana pasada en un encuentro flash armado en cosa de horas nos juntamos en el BravÃssimo de Providencia a ponernos al dÃa. No la veÃa desde hace más de un año, desde que la MarÃa Pastora, harto más quitada de bulla en esos tiempos, armó un mini encuentro bloggero en el Flannery's el verano antepasado. Hablamos de pegas, de la maldición del informático siempre mirado en menos, de la discriminación a la mujer, de los bloggeros que giraron en 180 grados, de los que son igual que su blog y los que no lo son. También mi jefe de grupo de Taller de IngenierÃa de Software me invitó a conversar un cafecillo en una cafeta del campus. Va bien el proyecto para el Techo. Al menos eso parece. Tenemos buenos implementadores y mi DDA recibió buenas crÃticas.
Pienso que deberÃa armar una sección que se llame algo asà como "Pretoriano le invita un café" o algo parecido (aunque usté no se engañe, hasta ahora ha sido todo al revés, o sea, yo no invito sino que me invitan, qué fresco). Y con fotos y todo. El problema es gente a la que le interese la idea, que tenga un nexo mÃnimo conmigo y, por supuesto, tiempo para dedicar a esta volada de pseudo vida social.
Por ahora no hago mucho, más que esperar una reunión de taller más rato.
Cachureando entre los mp3 que llegaron a mis manos en singulares envases plásticos (llámese CDs) producto del clásico pedido de "¿copiame tu carpeta de mp3, porfa?" muy clásico en mà hace unos 4 o 5 años, encontré un tema... en realidad un cover de un tema bien viejo. Se llama "La luna y el toro". Una oda al amor inalcanzable. O sea, imagÃnese usté en casa a un toro enamorado de la luna. P'ta, si, lloré y qué. Nada más cortavenas...
Pienso que deberÃa armar una sección que se llame algo asà como "Pretoriano le invita un café" o algo parecido (aunque usté no se engañe, hasta ahora ha sido todo al revés, o sea, yo no invito sino que me invitan, qué fresco). Y con fotos y todo. El problema es gente a la que le interese la idea, que tenga un nexo mÃnimo conmigo y, por supuesto, tiempo para dedicar a esta volada de pseudo vida social.
Por ahora no hago mucho, más que esperar una reunión de taller más rato.
Cachureando entre los mp3 que llegaron a mis manos en singulares envases plásticos (llámese CDs) producto del clásico pedido de "¿copiame tu carpeta de mp3, porfa?" muy clásico en mà hace unos 4 o 5 años, encontré un tema... en realidad un cover de un tema bien viejo. Se llama "La luna y el toro". Una oda al amor inalcanzable. O sea, imagÃnese usté en casa a un toro enamorado de la luna. P'ta, si, lloré y qué. Nada más cortavenas...
La Luna y el toro
(A. Sarmiento/C. Castellanos)
La luna se está peinando
en los espejos del rÃo.
Y un toro la está mirando
entre la jara escondido.
Cuando llega la alegre mañana
y la luna se escapa del rÃo
el torito se mete en el agua
embistiendo al ver que se ha ido.
Ese toro enamorado de la luna
que abandona por la noche la maná'
es pintado de amapola y aceituna
y le puso Campanero el caporal.
Los remeros de los montes
le besan la frente,
las estrellas de los cielos
le bañan de plata
y el torito que es bravÃo
de casta valiente
abanicos de colores
parecen sus patas.
La luna viene esta noche
con una bata de cola
y el toro la está esperando
entre la jara y las sombras.
En la cara del agua del rÃo
donde duerme la luna lunera
el torito celoso perdÃo
la vigila como un centinela.
En mi fotolog, mientras aún lo mantenÃa, escribÃa sobre los lugares del campus en donde me gustaba ir para estar solo. Llegaron unos pocos comentarios, desde algunos del tipo "pero para qué estar tan solo cuando puedes conocer tanta gente..." hasta "esto parece un trÃptico sobre turismo en la PUC". Válido. Nada que decir.
Pero ayer me fui a dar una vuelta al Edificio Tecnológico del que ya escribÃa en otro post y fui donde nunca antes. Al bajar a las salas de estudio, di la vuelta y me fijé en una larga escalera. La subà y llegué a la parte más alta de tablones de madera, pero por el otro lado, frente al "playero" y al laboratorio Luis Crisosto. Me dirigà a un rincón, me senté en el suelo de tablas y me quedé largo rato, unas tres horas por lo bajo. Nadie me molestó. Uno que otro subió por la escalera, quizás buscando lo mismo que yo, un lugar para estar solo, pero al ver que ya estaba ocupado, bajaron por el otro lado. O quizá iban al playero, quién sabe.
Todos dicen que el edificio es feo. A mÃ, manÃ. Lo importante de todo es que descubrà un buen lugar para estar solo. Y mejor que eso, me di cuenta que, después de todo, los ratos que decido estar solo son por opción. Ya lo dice el dicho "mejor estar solo que..."




Pero ayer me fui a dar una vuelta al Edificio Tecnológico del que ya escribÃa en otro post y fui donde nunca antes. Al bajar a las salas de estudio, di la vuelta y me fijé en una larga escalera. La subà y llegué a la parte más alta de tablones de madera, pero por el otro lado, frente al "playero" y al laboratorio Luis Crisosto. Me dirigà a un rincón, me senté en el suelo de tablas y me quedé largo rato, unas tres horas por lo bajo. Nadie me molestó. Uno que otro subió por la escalera, quizás buscando lo mismo que yo, un lugar para estar solo, pero al ver que ya estaba ocupado, bajaron por el otro lado. O quizá iban al playero, quién sabe.
Todos dicen que el edificio es feo. A mÃ, manÃ. Lo importante de todo es que descubrà un buen lugar para estar solo. Y mejor que eso, me di cuenta que, después de todo, los ratos que decido estar solo son por opción. Ya lo dice el dicho "mejor estar solo que..."





Llegó la hora de putear. Y en mala.
Ayer iba a tomar el Metro luego que estaba feliz porque ya habÃa agotado el saldo del pase escolar IDE (el del año pasado que sirve hasta fin de mes) y me disponÃa a hacer la fila frente a la boleterÃa con el nuevo pase escolar Bip en la mano y humildes quinientos pesos. Tamaña sorpresa me llevo cuando en lugar de tomar mi pase para recargarlo, el boletero me entrega un boleto escolar y 380 pesos de vuelto. ¿No se puede recargar? - pregunté. Un escueto "no" recibà por respuesta.
Y me dije para mà mismo: ¡Qué chucha pasó aquÃ!

Aquellos personajes que pregonaban la integración tarifaria entre el Metro y el postergado hasta el último Plan Transantiago seguramente no lograron hacer que todo esto cuajara, porque hasta lo que se ve, ni siquiera se planeo bien esta integración tarifaria. Porque si preveÃan que no estarÃa todo listo, por último podrÃan haber agregado un chip al pase Bip para que se pudiera usar como MultivÃa al igual que el pase IDE. ¿El resultado? Largas colas para comprar UN boleto escolar (porque los muy manga de hue*s ahora no te venden "máximo 2") cada vez que tome el Metro.
¡Encuentro INCONCEBIBLE no poder usar el nuevo pase escolar Bip como tarjeta MultivÃa!
¡Qué Bip hue*n ni que ocho cuartos! ¡Pase Bip las pelotas! Con c*ea voy a escuchar un bip de esa cosa el próximo año. PodrÃan revalidar el pase IDE más que sea la manga de pelotudos.

¿Usté se cambia de casa porque su número es de "mala suerte"? Esta señora sÃ. Hasta dónde llega el nivel de ignorancia de nuestra gente. Juzgue usté mismo.
P.D.: No, no vi Lost. Muy ñoño para mi gusto. Sin ofender.
P.D.: No, no vi Lost. Muy ñoño para mi gusto. Sin ofender.

¿Por qué tuvo que leer la carta del niñito? La razón es simple. La gran enemiga de los planes y promesas de poca carne que Bachelet presentó hoy 21 de Mayo es la desesperanza de parte de la gente de que éstas buenas intenciones puedan hacerse realidad, en vista de los anteriores discursos de otros gobernantes cuyas promesas han quedado sólo en eso. Si todos fuéramos tan ingenuos como el chico que escribió la carta, harto mejor serÃa el ambiente para la presidenta, o no? Obvio que sÃ. Los polÃticos a veces se las saben por libro.

(FotografÃa: LUN)
Casualmente me encuentro con esta foto en un diario de circulación nacional. Me sorprendÃ. Se trata de una de las salas de computación más "mÃticas" para mÃ, la sala workstations en el viejo edificio de Secico. Al fin va a ver la luz un proyecto soñado por ya varios centros de alumnos a la fecha: el Edificio de Alumnos de IngenierÃa. ¿El lugar? El mismo de este viejo edificio (que es de un sólo piso, por qué llamarlo edificio) que ya comienza a decir adios.
Esta sala y este edificio me traen demasiados recuerdos. Fue una de mis salas favoritas en primer año. Desde el teléfono público al interior llamaba a una amiga con la que hacÃa planes y que pensaba que serÃa mi primera polola. Luego de un chat por telnet (nótese los tiempos), el encuentro a la salida, paseo, abrazos y hasta beso hubo. Dentro de esta sala me puse de acuerdo con una amiga que habÃa conocido en Trabajos para hacer una presentación de Planificación y Control de Proyectos, luego de que cada uno habÃa acordado hacerlo solo. Y nos salió bien. Desde aquà mandé mi primer e-mail a una compañera a la que conocÃa sólo de vista, me enrabiaba y veÃa como con impotencia estaba dejando la cagada de nuevo. "De nuevo jugueteando con el computer..." me decÃa. En esta sala me quedaba después de las 6 de la tarde y me iba al cerrar la sala y era a veces el último en irme. De esta sala era "cliente frecuente" y el administrador de sala ya me saludaba por mi nombre.




(FotografÃas: caiuc.cl)
Ahora, en honor al progreso y al estatus de nuestra universidad es que el Edificio de Alumnos verá la luz pronto. La Dirección de Informática se fue al Edificio Tecnológico, a unos pocos metros, ese edificio controvertido de vidrio con forma de Y. Ayer fue la ceremonia de colocación de la primera piedra. Bien por la universidad. Bien por los alumnos que veÃan cómo un cacho como el edificio de Secico les quitaba espacio. Pero a mà me matan uno de los pocos lugares que van quedando de mis primeros años de universidad.

Este post iba sin texto, pero qué diablos, no le hará mal un trozo breve.
Reconozco que no tengo las palabras. Me desilusiona el cuán fácil es perder un lazo por una actitud poco meditada. Una circunstancia que no admite sentarse a conversar, ni conciliaciones, ni un esfuerzo por ver qué hay detrás de la otra persona para por lo menos entender su actuar. No apoyarlo, pero talvez entenderlo.
Hoy fui vetado en un blog. Y todo por una reacción poco pensada, lo admito, pero que fue sólo eso. Y llegamos a lo fácil que es para un troll explotar una vulnerabilidad en la personalidad de alguien, de mà más precisamente, para lanzar una frase provocadora y explotar mi vulnerabilidad haciéndome mierda la psiquis.
El blog en cuestión. Y el post en cuestión.
Y si no sabe qué es un troll en Internet, siga el link bajo el troll aquà al lado.
Y para que este trozo de texto no sea tan ná que ver con el video, esta ha sido la aparición y desaparición de otra de esas luces que, tan facil llegan, tan facil se van. Y van hartas ya.
sadness
Originally uploaded by Janesdead.
"Es curioso, pero tengo miedo. TenÃa miedo de que se notara lo que tu me estás diciendo. Pero era algo que me pasaba desde antes del proyecto. Si no me nace espontáneamente el pedir ayuda fue porque cuando mis amigos de carrera de siempre empezaron a egresar me quedé solo. Durante el último par de años tomé cursos solo, no conocÃa a nadie, y por lo tanto me daba lata preguntar de cualquier cosa, me acostumbré a valérmelas solo, me desidentifiqué con mi carrera y con lo lejanos que veÃa a los compañeros en cada curso. Y es algo super inconsciente."
Podrán cambiar muchas cosas en mi vida. Pero la soledad... no, esa maldita no va a cambiar. Ya se afirmó fuerte a mi inconsciente y no hay cómo sacarla.
Tómese un cafecito con ésta... Hoy: Chile, paÃs solidario
- Por William Hernández
- mayo 14, 2006
Creo que ya se habrán enterado de los dichos que lanzó nuestra flamante ministra de defensa luego de concientizarse de la situación de pobreza de Haiti, cuando muy campantemente habrÃa afirmado que, con los excedentes conseguidos por la subida del precio del cobre, se podrÃa haber ayudado a aquél paÃs caribeño. Y, al unÃsono, hoy toda la opinión pública puso el grito en el cielo argumentando que Chile es un paÃs tremendamente pobre y que tenemos muchas carencias como para pensar en otro destino para esas platas que no sea nuestro propio paÃs.
A ver, veamos...
Esto me recuerda lo que pasa todos los años en un evento que ya forma parte de nuestro patrimonio nacional, la vilipendiada y mÃtica Teletón. Todos vemos como cada año, en las comunas más diversas del paÃs se realizan eventos para juntar fondos para la Teletón. Y estamos hablando de comunas que tienen sus propias carencias, digamos, urbanización, salud, empleo, y súmele y súmele cosas... Y aún asÃ, de todas formas se organizan y colaboran. Por otro lado, las donaciones en las sucursales del banco no muestran relación con el poder económico de los habitantes del sector; más precisamente, en Santiago se observa cómo hstóricamente la afluencia de público es más numerosa en sucursales de sectores medios y bajos que en el barrio alto.
Los dichos de la ministra, pese a todo, no son tan descabellados como ha trascendido en todo este dÃa. O sea, si y no. Por un lado, se agradece que la ministra tenga tan buen corazón, incluso como para disponer de platas que no son ni suyas... Por otro, revela lo poco que saben algunos personajes en los puestos de poder acerca de buenos usos para las platas que llegan en tiempos de vacas gordas (porque, en tiempos de vacas flacas, no hay que ponerse a pensar siquiera: los posibles usos llueven) y lo poco conscientes que están de las necesidades de la gente. Pero lo importante en esto, y usando el caso de la Teletón, es que lo realmente malo de todo esto no es que exista un sentido de solidaridad que olvide el "cómo andamos por casa", sino que, personalmente creo que ese traje de solidaridad debieran ponérselo otras personas. Usté ya se imagina a quienes... ¿cierto?
Para toda esa gente que no sabe en que gastar la plata, como la ministra, les dedico el tema "La AlcancÃa", track 8 del último disco de 31 Minutos, "Ratoncitos".
A ver, veamos...
Esto me recuerda lo que pasa todos los años en un evento que ya forma parte de nuestro patrimonio nacional, la vilipendiada y mÃtica Teletón. Todos vemos como cada año, en las comunas más diversas del paÃs se realizan eventos para juntar fondos para la Teletón. Y estamos hablando de comunas que tienen sus propias carencias, digamos, urbanización, salud, empleo, y súmele y súmele cosas... Y aún asÃ, de todas formas se organizan y colaboran. Por otro lado, las donaciones en las sucursales del banco no muestran relación con el poder económico de los habitantes del sector; más precisamente, en Santiago se observa cómo hstóricamente la afluencia de público es más numerosa en sucursales de sectores medios y bajos que en el barrio alto.
Los dichos de la ministra, pese a todo, no son tan descabellados como ha trascendido en todo este dÃa. O sea, si y no. Por un lado, se agradece que la ministra tenga tan buen corazón, incluso como para disponer de platas que no son ni suyas... Por otro, revela lo poco que saben algunos personajes en los puestos de poder acerca de buenos usos para las platas que llegan en tiempos de vacas gordas (porque, en tiempos de vacas flacas, no hay que ponerse a pensar siquiera: los posibles usos llueven) y lo poco conscientes que están de las necesidades de la gente. Pero lo importante en esto, y usando el caso de la Teletón, es que lo realmente malo de todo esto no es que exista un sentido de solidaridad que olvide el "cómo andamos por casa", sino que, personalmente creo que ese traje de solidaridad debieran ponérselo otras personas. Usté ya se imagina a quienes... ¿cierto?
Para toda esa gente que no sabe en que gastar la plata, como la ministra, les dedico el tema "La AlcancÃa", track 8 del último disco de 31 Minutos, "Ratoncitos".
Es nuestra linda alcancÃa, Ã-a
que ya no está tan vacÃa, Ã-a
con amor y monedas ya se repletó
el chanchito de barro engordó y engordó
y con esos ahorros por fin compraremos
aquello soñado que siempre quisimos
¿...y qué es lo que siempre quisimos?
Hay que pensarlo muy bien... Exacto, este chanchito es muy... oooooh! ¡¿Dónde está el chanchito?!
La historia es penca.
En 1995 mi vieja trabajaba feliz de la vida como empleada doméstica en una casa de Las Condes. Cierto dÃa sintió unos dolores enormes. Avisó que no podrÃa ir a trabajar. Pensó que se trataba de un dolor temporal, se tomó un agua de hierbas y se durmió.
Al otro dÃa, dolores de nuevo. Mañana voy al consultorio, dijo.
Al dÃa siguiente, mi viejo pidió permiso para faltar a su pega e ir a hacer la cola al consultorio a las 6 de la mañana. Genial: conseguir una hora con el médico general era una especie de alivio. Pero el médico no se la pudo. Era demasiado raro el caso. Interconsulta. El Félix Bulnes por alguna extraña razón no pudo recibir a mi vieja. Asà que se fue al San Borja. Pero antes de eso, en el intertanto, desfilaron por la casa canutos gritones, hermanos espirituales, sahumerios varios, sábanas blancas, pulseritas de no sé cuántos poderes, etc, etc, etc. Claro, anda a decirle que eran puras huevadas chantas que no servÃan de nada. Poco menos que le enrostraban a uno su poca fe.
Una vez en el hospital... Señora Sonia, usted tiene un cáncer avanzado, le dijo el médico. Arreglaron fecha para la operación, no recuerdo cuánto tiempo más adelante. En mala hora mi viejo se habÃa cambiado a Isapre: los ladrones de la Consalud no cubrÃan más del 20%. El resto tenÃa que salir mágicamente de su bolsillo, casi dos millones de pesos, en no sé cuántos pagarés a no sé cuanto plazo. Creo que eran tres años.
Llegó el dÃa de la operación. Se llevan a mi vieja en taxi al San Borja. Para ambulancia no alcanza. Estuvo un mes y algo internada. La visité un par de veces cuando pude acompañar a mi viejo al hospital. La pude ver demacrada, débil, con una humilde bata y unas pantuflas.
Pasó el tiempo prudente para darla de alta. Mi vieja volvió a casa. Ese dÃa fue alegre. No pensaba qué era lo que realmente estaba pasando. Luego me enteré que lo que tenÃa mi vieja era un cáncer de recto. En mi vida jamás habÃa escuchado ese tipo de cáncer. Le sacaron un pedazo de intestino y le hicieron una cosa que le llaman colostomÃa, algo como lo que mostraba aquel legendario mendigo de las micros que con su bolsa de orina conectada con una sonda trataba de dar lástima para conseguir monedas. Algo asÃ.
Pensábamos en una recuperación. Pero al cabo de algunas semanas una de sus piernas comenzó a hincharse, supuestamente por "lÃquido retenido". Cuando salió el comercial de Fantasilandia años después, nadie en casa se rió. Todo lo contrario, tenÃamos las secretas ganas de quemarlo vivo.
Mi vieja tenÃa que usar pantalones anchos cada vez que iba a hacerse el control al hospital. Recuerdo las veces en que la acompañé. Pero en particular el dÃa en que me dio lata acompañarla y la encontré a la salida, después de ver al médico. DÃas después me habrÃa confesado que estuvo a punto de tirarse delante de una micro, pero como habÃa llegado a buscarla, no alcanzo a hacerlo.
A partir de aquel dÃa ya nos hacÃamos la idea, nos hacÃamos de palo, porque lo que venÃa no era nada bueno. Mi vieja habÃa llegado a una etapa terminal de su enfermedad. Ni la carÃsima quimioterapia que mi viejo se conseguÃa quién sabe cómo, ni los ánimos de su familia, ni nada podÃa evitarlo. Mi vieja se iba a morir en cuestión de meses.
Llegó el dÃa. Junio de 1997. Estaba en cuarto medio. Me mandaron a sacar de clases. Cuando llegué a mi casa ya estaban todos preparándose para el fin. Vi a parientes que en mi vida habÃa visto. Mi abuela (su madre) ya se habÃa venido a vivir con nosotros con el fin de cuidarla. HabÃan desocupado el living para llenarlo de sillas. Mi vieja, en su cama, sólo gemÃa y hacÃa movimientos bruscos.
Cuatro de la tarde. Mi abuela hacÃa comida para todos. MantenÃa la calma. Vayan a llamar a un cura para que le dé la unción. Llegaron todos los vecinos. Desde la señora más decente hasta la vieja de más mal vivir se referÃan a mi vieja como una buena persona.
Estábamos yo, mi hermana, mi abuela, una tÃa y mi viejo. Él le tenÃa tomada la mano. Se fue... Mi viejo la abrazó y lloró a mares. Seis treinta de la tarde. 10 de junio de 1997. Mi vieja se fue.
Empezaron a buscar algún servicio fúnebre. Al rato ya habÃa llegado el cajón. Sacaron todas las sillas del living y comenzaron a montar el aparataje, cirios y por cierto el cajón.
Velorio de amanecida.
Al otro dÃa era el entierro. Mi viejo no sé cómo se consiguió un lugar en el cementerio Parque del Sendero de Pudahuel, seguramente con alguna suerte de pituto, porque se suponÃa que era para personas que hacÃan la compra con anticipación. Llegó el dÃa y un bus grande y un par de camionetas del trabajo de mi viejo sirvieron para llevar a quienes no podÃan llegar. A la vuelta, la familia de mi vieja habÃa quedado en el cementerio porque el familión de mi viejo se acaparó el bus y las camionetas. Después habrÃa pelea por eso. Pero ya darÃa para otra historia más adelante. Nosotros volvÃamos a casa en la camioneta de un conocido de mi viejo. Pensando qué hacer ahora. Cómo seguir.
Y sigo pensando. Cómo seguir. Cómo resistir.
Este domingo, dÃa de las madres, no será un dÃa alegre. Y el dÃa de su muerte, nueve años después, mucho menos.
En 1995 mi vieja trabajaba feliz de la vida como empleada doméstica en una casa de Las Condes. Cierto dÃa sintió unos dolores enormes. Avisó que no podrÃa ir a trabajar. Pensó que se trataba de un dolor temporal, se tomó un agua de hierbas y se durmió.
Al otro dÃa, dolores de nuevo. Mañana voy al consultorio, dijo.
Al dÃa siguiente, mi viejo pidió permiso para faltar a su pega e ir a hacer la cola al consultorio a las 6 de la mañana. Genial: conseguir una hora con el médico general era una especie de alivio. Pero el médico no se la pudo. Era demasiado raro el caso. Interconsulta. El Félix Bulnes por alguna extraña razón no pudo recibir a mi vieja. Asà que se fue al San Borja. Pero antes de eso, en el intertanto, desfilaron por la casa canutos gritones, hermanos espirituales, sahumerios varios, sábanas blancas, pulseritas de no sé cuántos poderes, etc, etc, etc. Claro, anda a decirle que eran puras huevadas chantas que no servÃan de nada. Poco menos que le enrostraban a uno su poca fe.
Una vez en el hospital... Señora Sonia, usted tiene un cáncer avanzado, le dijo el médico. Arreglaron fecha para la operación, no recuerdo cuánto tiempo más adelante. En mala hora mi viejo se habÃa cambiado a Isapre: los ladrones de la Consalud no cubrÃan más del 20%. El resto tenÃa que salir mágicamente de su bolsillo, casi dos millones de pesos, en no sé cuántos pagarés a no sé cuanto plazo. Creo que eran tres años.
Llegó el dÃa de la operación. Se llevan a mi vieja en taxi al San Borja. Para ambulancia no alcanza. Estuvo un mes y algo internada. La visité un par de veces cuando pude acompañar a mi viejo al hospital. La pude ver demacrada, débil, con una humilde bata y unas pantuflas.
Pasó el tiempo prudente para darla de alta. Mi vieja volvió a casa. Ese dÃa fue alegre. No pensaba qué era lo que realmente estaba pasando. Luego me enteré que lo que tenÃa mi vieja era un cáncer de recto. En mi vida jamás habÃa escuchado ese tipo de cáncer. Le sacaron un pedazo de intestino y le hicieron una cosa que le llaman colostomÃa, algo como lo que mostraba aquel legendario mendigo de las micros que con su bolsa de orina conectada con una sonda trataba de dar lástima para conseguir monedas. Algo asÃ.
Pensábamos en una recuperación. Pero al cabo de algunas semanas una de sus piernas comenzó a hincharse, supuestamente por "lÃquido retenido". Cuando salió el comercial de Fantasilandia años después, nadie en casa se rió. Todo lo contrario, tenÃamos las secretas ganas de quemarlo vivo.
Mi vieja tenÃa que usar pantalones anchos cada vez que iba a hacerse el control al hospital. Recuerdo las veces en que la acompañé. Pero en particular el dÃa en que me dio lata acompañarla y la encontré a la salida, después de ver al médico. DÃas después me habrÃa confesado que estuvo a punto de tirarse delante de una micro, pero como habÃa llegado a buscarla, no alcanzo a hacerlo.
A partir de aquel dÃa ya nos hacÃamos la idea, nos hacÃamos de palo, porque lo que venÃa no era nada bueno. Mi vieja habÃa llegado a una etapa terminal de su enfermedad. Ni la carÃsima quimioterapia que mi viejo se conseguÃa quién sabe cómo, ni los ánimos de su familia, ni nada podÃa evitarlo. Mi vieja se iba a morir en cuestión de meses.
Llegó el dÃa. Junio de 1997. Estaba en cuarto medio. Me mandaron a sacar de clases. Cuando llegué a mi casa ya estaban todos preparándose para el fin. Vi a parientes que en mi vida habÃa visto. Mi abuela (su madre) ya se habÃa venido a vivir con nosotros con el fin de cuidarla. HabÃan desocupado el living para llenarlo de sillas. Mi vieja, en su cama, sólo gemÃa y hacÃa movimientos bruscos.
Cuatro de la tarde. Mi abuela hacÃa comida para todos. MantenÃa la calma. Vayan a llamar a un cura para que le dé la unción. Llegaron todos los vecinos. Desde la señora más decente hasta la vieja de más mal vivir se referÃan a mi vieja como una buena persona.
Estábamos yo, mi hermana, mi abuela, una tÃa y mi viejo. Él le tenÃa tomada la mano. Se fue... Mi viejo la abrazó y lloró a mares. Seis treinta de la tarde. 10 de junio de 1997. Mi vieja se fue.
Empezaron a buscar algún servicio fúnebre. Al rato ya habÃa llegado el cajón. Sacaron todas las sillas del living y comenzaron a montar el aparataje, cirios y por cierto el cajón.
Velorio de amanecida.
Al otro dÃa era el entierro. Mi viejo no sé cómo se consiguió un lugar en el cementerio Parque del Sendero de Pudahuel, seguramente con alguna suerte de pituto, porque se suponÃa que era para personas que hacÃan la compra con anticipación. Llegó el dÃa y un bus grande y un par de camionetas del trabajo de mi viejo sirvieron para llevar a quienes no podÃan llegar. A la vuelta, la familia de mi vieja habÃa quedado en el cementerio porque el familión de mi viejo se acaparó el bus y las camionetas. Después habrÃa pelea por eso. Pero ya darÃa para otra historia más adelante. Nosotros volvÃamos a casa en la camioneta de un conocido de mi viejo. Pensando qué hacer ahora. Cómo seguir.
Y sigo pensando. Cómo seguir. Cómo resistir.
Este domingo, dÃa de las madres, no será un dÃa alegre. Y el dÃa de su muerte, nueve años después, mucho menos.
Ok.
Todo va mal.
Somos la firma a la que más mal le va en desempeño en el proyecto de Marketing.
Nos vuelven a suspender una reunión en Un Techo para Chile del proyecto de Taller de IngenierÃa de Software. Agarré un rol que no domino como me gustarÃa y, cuando tengo dudas, mis compañeros del grupo de taller nunca responden. En lo que sigue del taller, no tendré vida.
Me pelée con mi viejo por el asunto del Internet y este mes no va a pagar la cuenta del teléfono.
Tengo una comida una vez al dÃa, el resto puros tecitos con pan con margarina, o sea, mi alimentación vale hongo.
Mañana tengo Interrogación del ramo de Comercio Electrónico, estudié todo el fin de semana y fue como si hubiera estudiado un dÃa.
De las amistades que siempre estuvieron cercanas a mÃ, hoy no tengo a nadie.
Y me dice que saque fuerzas de mà mismo y salga adelante...
¡Váyase al cuerno!
Todo va mal.
Somos la firma a la que más mal le va en desempeño en el proyecto de Marketing.
Nos vuelven a suspender una reunión en Un Techo para Chile del proyecto de Taller de IngenierÃa de Software. Agarré un rol que no domino como me gustarÃa y, cuando tengo dudas, mis compañeros del grupo de taller nunca responden. En lo que sigue del taller, no tendré vida.
Me pelée con mi viejo por el asunto del Internet y este mes no va a pagar la cuenta del teléfono.
Tengo una comida una vez al dÃa, el resto puros tecitos con pan con margarina, o sea, mi alimentación vale hongo.
Mañana tengo Interrogación del ramo de Comercio Electrónico, estudié todo el fin de semana y fue como si hubiera estudiado un dÃa.
De las amistades que siempre estuvieron cercanas a mÃ, hoy no tengo a nadie.
Y me dice que saque fuerzas de mà mismo y salga adelante...
¡Váyase al cuerno!

Me da pena.
Me da pena lo que pasa en el resto del mundo cuando alguien se comporta como el administrador de este café cercano al Forestal. En general, lo que pasa con las personas con desórdenes psicológicos. El resto de las personas que los rodean les hacen el quite, los ven como "personas peligrosas", la TV los usa como espectáculo para las masas y la sociedad en general los mira como bichos raros. Hay un versÃculo de la Biblia que dice más o menos "al que tiene mucho, se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que tiene poco, hasta lo poco que tiene se le quitará", o algo asÃ. Me consta porque en la universidad, cuando yo era harto más creyente que ahora, hice el optativo de Lectura del Nuevo Testamento y al cura que hace el curso, en una de las clases le hice ver tal aberración. No recuerdo qué explicación me dio. Si bien el contexto en que se dicen estas palabras es otro, no deja de tener sentido con este tipo de personas, sintiéndose abandonadas; no importa si están rodeados de cien, mil o por el millón de amigos de Roberto Carlos, se sienten infelices igual. No hay un punto medio, no hay equilibrio. O te atrapa el cÃrculo virtuoso y eres feliz, o te agarra el cÃrculo vicioso y terminas siendo un infeliz abandonado. Hay gente feliz en el mundo, no cabe duda y todos conocemos a más de alguno, pero asà como hay personas felices, hay muchas personas en estado de infelicidad. ¿Pero cómo mierda no se dan cuenta que esta persona en el fondo está pidiendo ayuda? Este mundo está lleno de aberraciones. Dios le da pan a quien no tiene dientes...
Ya sé que es fácil escribirlo, pero de ahà a la acción no es tan fácil y creo que nadie estarÃa dispuesto a dar el paso. Pero da para pensar, ¿o no?
Pensé que no me darÃan ganas de escribir tan seguido y hasta habÃa dicho que "me leerÃan menos". Y es que me dieron ganas de meter la cuchara más que de costumbre. Ya sé que lo que voy a escribir es una burrada. El dÃa de las protestas del 1 de Mayo estaba frente al PC tratando de hacer mi parte para un informe y justo, aprovechando que ahora tengo capturadora de TV le puse a grabar, al Teletarde primero y luego me picó el bicho sensacionalista y en la noche puse CHV Noticias (tarrrrrran... psssssst). Estuve entre Meganoticias y CHV... dificil elección (otra vez tarrrrrran... psssssst). Tuve la foto de la vieja llevándose la mesita de la sucursal del banco ahà mismo. Pude haberme mandado la primicia y primero que todos publicar esa foto de la vergüenza, pero no. Estaba más ocupado en mi informe. Para ahorrar espacio en disco, guardé una edición de los dos videos con el Movie Maker de Windows con calidad ultra flaite, sólo para mi archivo personal. Ya sé que me van a decir que es puro morbo. Entonces le pregunto ahora mismo qué tipo de videos guarda usté en su disco duro. No me responda. ¿Ve que estamos igual?
Un dÃa leà en un blog (de algún autoproclamado gurú, seguramente) que no valÃa la pena escribir sobre lo que todos escriben. Fue en la época de "Mi Primer PC pero de Verdad", creo. Pero, al menos, supongo que sà valdrá la pena en escribir sobre algo primero que los demás. O talvez no escribir nada y dejar que los demás se traslapen con el tema y se desperfilen.
Recuerdo cuando chico la apertura de transmisiones del Canal 13, el logo que se hacÃa grande con un fondo de cartulina negra con hoyos (que en su época se veÃa super pro seguramente, no me cabe duda) y la voz de Javier Miranda diciendo que "cualquier reproducción total o parcial de nuestra programación está penada por la ley..." ¿Chuta, se enojarán?
¿O mejor hacemos un blog personal y ni ahà con lo contingente?
¿Ya se dio cuenta que mi mail acá al costado es también messenger? No muerdo :D
Un dÃa leà en un blog (de algún autoproclamado gurú, seguramente) que no valÃa la pena escribir sobre lo que todos escriben. Fue en la época de "Mi Primer PC pero de Verdad", creo. Pero, al menos, supongo que sà valdrá la pena en escribir sobre algo primero que los demás. O talvez no escribir nada y dejar que los demás se traslapen con el tema y se desperfilen.
Recuerdo cuando chico la apertura de transmisiones del Canal 13, el logo que se hacÃa grande con un fondo de cartulina negra con hoyos (que en su época se veÃa super pro seguramente, no me cabe duda) y la voz de Javier Miranda diciendo que "cualquier reproducción total o parcial de nuestra programación está penada por la ley..." ¿Chuta, se enojarán?
¿O mejor hacemos un blog personal y ni ahà con lo contingente?
¿Ya se dio cuenta que mi mail acá al costado es también messenger? No muerdo :D
Recuerdo un dÃa haber visto un capÃtulo de Bob Esponja en que Calamardo, por no tener que ver nunca más a Bob y a su amigo Patricio, abandona su barrio y se va a una especie de condominio en donde viven sólo calamares tan amargados como él, como un mundo en que sólo viven calamardos. A los pocos dÃas se desespera y huye a retomar su vida.
Desde el dÃa que me planteé el lema de permanecer en el blog buscando "gente como uno" que me planteo nuevamente la duda. Y es que a veces me toca llegar a blogs cuyas lÃneas me hacen demasiado click, ya sea por accidente o porque me comentan. Hoy conversaba por messenger con una vieja amistad bloggera que trataba de empatizar conmigo sabiendo que pensamos parecido. No se discute el hecho de que encontrar gente asà es un reconfortante entre tanta gente terca y poco comprensiva, entre tantos malos ratos, entre tantas horas sintiendome extraterrestre entre quienes me rodean, entre tantos momentos en que siento que mucha más gente tiene su lugar mejor ganado en el mundo que yo.
Asà que, en vista de lo expuesto, y dicho de una forma corta y simple: ¿hace bien a la larga dedicar la vida a buscar "gente como uno"? ¿no es, de alguna forma, cerrarse?
Me arriesgo. Talvez algunos se sientan tocados por lo que dije y lo malentiendan. Los valoro, sinceramente y ojalá sigan estando cerca. Pero, como muchas cosas, llega el dÃa en que nos las cuestionamos.
Desde el dÃa que me planteé el lema de permanecer en el blog buscando "gente como uno" que me planteo nuevamente la duda. Y es que a veces me toca llegar a blogs cuyas lÃneas me hacen demasiado click, ya sea por accidente o porque me comentan. Hoy conversaba por messenger con una vieja amistad bloggera que trataba de empatizar conmigo sabiendo que pensamos parecido. No se discute el hecho de que encontrar gente asà es un reconfortante entre tanta gente terca y poco comprensiva, entre tantos malos ratos, entre tantas horas sintiendome extraterrestre entre quienes me rodean, entre tantos momentos en que siento que mucha más gente tiene su lugar mejor ganado en el mundo que yo.
Asà que, en vista de lo expuesto, y dicho de una forma corta y simple: ¿hace bien a la larga dedicar la vida a buscar "gente como uno"? ¿no es, de alguna forma, cerrarse?
Me arriesgo. Talvez algunos se sientan tocados por lo que dije y lo malentiendan. Los valoro, sinceramente y ojalá sigan estando cerca. Pero, como muchas cosas, llega el dÃa en que nos las cuestionamos.


Perdón por escribirte. Rompà mi promesa de no buscarte. Sé que te da lata que yo te busque y que pretenda quitarte algo de tu tiempo. Sé que te llenaron de trabajo. Pero te extraño. Tanto que probablemente voy a cometer una burrada si volvemos a vernos y me da por ahogarte con mi abrazo. Ya hablamos de eso. Dijimos que no habÃa rollo. Pero nunca se sabe. Aunque me conoces y todo. No esperaba verte esa noche. En realidad no esperaba ver a nadie. Yo también estoy lleno de trabajo. Pero valoro, talvez más que tú, el no perder el contacto con las personas que uno quiere. Uno le reserva tiempo a las cosas que le importan. Y a mi tú me importas. Sé que soy una persona dificil, que te exijo a veces demasiado, que talvez hasta serÃa mejor que buscara otras personas para salir de mis ideas de siempre. Pero tú ya me conoces. Por ello recurro a ti. Porque me encanta abrazarte. Me encanta quererte.
Un beso.
Ignore este post. Sólo ha sido un desahogo. Y tiene sentido sólo para dos personas en este mundo. Una de ellas no lo sabe.
Ayer en la tarde veÃa en el segmento de "La Cultura Entretenida" en TVN un documental que se realizó sobre el papel que les tocó jugar a los estudiantes secundarios en los últimos años de la dictadura en Chile. En particular me llamó mucho la atención lo de los rumbos distintos que tomaron socialistas y comunistas. El Partido Socialista, por una parte, ya preparándose para gobernar junto a la Concertación. Y por otra, comunistas y otros, con las protestas como su estilo de vida, como lo único que sabÃan hacer, se quedaron sin apoyo en el nuevo esquema que comenzaba con el retorno a la democracia. Al finalizar el programa, la presentadora hablaba a modo de conclusión comparando aquella generación de jóvenes, muy comprometidos polÃticamente, con la generación actual, muy alejada (por voluntad propia o no, eso ya da para otra discusión).
Lo que dijo la presentadora talvez no me llamó demasiado la atención... hasta hoy al almuerzo, cuando pude ver por la TV en lo que habÃa derivado el acto de conmemoración del DÃa del Trabajador hoy en la Alameda. Y me pregunto si con eso de juventud comprometida polÃticamente se referÃa a esto. Ya no es hora de ser simplista y decir que son infiltrados que sólo buscan provocar desórdenes. Muchos quienes destruyeron hoy en el centro propiedad pública y privada que nos sirve a todos llevan ideologÃas polÃticas.
Lo último, la pregunta que le harÃa a cualquiera de estos tipos. ¿Tienes un sistema para reemplazar el que hoy trataste de destruir... que funcione?





Lo que dijo la presentadora talvez no me llamó demasiado la atención... hasta hoy al almuerzo, cuando pude ver por la TV en lo que habÃa derivado el acto de conmemoración del DÃa del Trabajador hoy en la Alameda. Y me pregunto si con eso de juventud comprometida polÃticamente se referÃa a esto. Ya no es hora de ser simplista y decir que son infiltrados que sólo buscan provocar desórdenes. Muchos quienes destruyeron hoy en el centro propiedad pública y privada que nos sirve a todos llevan ideologÃas polÃticas.
Lo último, la pregunta que le harÃa a cualquiera de estos tipos. ¿Tienes un sistema para reemplazar el que hoy trataste de destruir... que funcione?




