Para algunos, el teclado Casio fue la oportunidad de tener en casa eso mismo que ostentaban los grupos pop en sus videoclips o en vivo, pero en chico. Para otros, era la posibilidad de hacer su propia música, si se lo tomaban en serio. Para más de alguno, era el objeto ideal para hacer el loco simulando tocar mientras sonaba el demo. Y, al igual que lo fue la guitarra para otros, para más de alguno fue simplemente la salida y la posibilidad de zafar de forma cool del instrumento musical por defecto que había que usar a la hora del ramo de Música: la flauta dulce. O peor, cantar.
Y así a muchos nos apareció en la tele algo que no sabíamos que queríamos, hasta que lo vimos. Con un réclame muy en línea con la estética que usan los japoneses para su mercado interno. El tema de los réclames japoneses daría para mucho, mucho.
Pero lo más extraño… es que no le decíamos teclado.
[vía]
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