
Hoy conocí la estación Vicuña Mackenna del Metro (de la recientemente estrenada Línea 4). Me pareció tan gringo todo, igual como lo describe Tempore en su blog. En realidad fue cuando leí ese post que me surgió la curiosidad de verlo con mis propios ojos. Fue hoy en la mañana. En lugar de bajarme de la micro en el 14 de Vicuña Mackenna para tomar el Metro en Bellavista de La Florida, seguí un par de cuadras más por Vespucio para ver de una vez qué tan "especial" era. Y sí, bien raro era todo, comenzando por que el tren abre las puertas en el costado contrario al acostumbrado y en que hay tres andenes en lugar de dos (no entiendo todavía para qué) y en donde si no sigues unos letreros impresos a computador al costado o próximos a las escaleras, simplemente te pierdes.
Pero lo que quería comentar no era eso. Luego de tomar la Linea 5 en Vicente Valdés, el tren paró en Bellavista de la Florida y entre toda la gente que subía y que se apretujaba, vi a una chica muy guapa que cuando la empujaban de atrás hacía una especie de morisquetas. Pero era tan linda la mina que hasta las morisquetas le salían lindas. Esto no me pasa otra vez. Y era chistoso. Estuve a punto de reirme pero, obviamente, tenía que aguantarme.
Es que me encantan las minas que me hacen reir. Ganan muchos más puntos que una cuica fome. Bueh, ella era media cuica también...
¿Y a usté le gusta que un(a) desconocido(a) del sexo opuesto le haga morisquetas? ¿Lo encuentra matapasiones? ¡Exprésese por la miéchica, que es gratis!