¡El Zanahooooria!
El réclame que marcó el antes y el después de las rentas vitalicias. Un aviso que todos recuerdan, quizás más que la misma marca. En la época en que este réclame salió, yo todavÃa estaba en la básica. Y causó que, en todos lados, se «tirara la talla» del «Zanahoria» y más de algún compañerito de clase por ahà haya terminado, al menos temporalmente, con ese apodo. Nos causaba gracia. Hasta que agarramos edad y, mientras más viejos, este réclame comenzó finalmente a agarrar más y más para nuestra generación su sentido original, llegando a denotar la melancolÃa y la emotividad con la que fue pensado. Muy a pesar de que los «años dorados» que nos esperen a nosotros ya no incluyan la cercanÃa de tantos amigos de juventud. La fantasÃa publicitaria también llega por allá. Esto es la tele.
(*) Emitido en 1991.
[vÃa]