
La jefa me habÃa mandado a ordenar el patio. Allá, en la tienda de artÃculos de cumpleaños, cuando hacÃa mi práctica obrera y mi trabajo de todo el dÃa era atender una máquina de helados americanos. Pero como esa mañana habÃa poca clientela -y como el practicante muy a menudo es "el goma"-, mi trabajo temporal de esa mañana era ordenar las javas de bebidas que estaban tiradas por todo el patio.
Pero hubo algo que me llamó la atención intensamente por un par de minutos. Al fondo del patio, dentro de una relativamente pequeña caseta de madera, estaban perfectamente colgados y ordenados talvez cientos de disfraces infantiles, casi de lo que a uno se le antojara. Los confeccionaba una señora que habÃa llegado un buen dÃa a la tienda con la intención de asociársele a la dueña. Y tal pareció que la idea le gustó.
Hasta que un dÃa no la và en el mesón. Le pregunté a la jefa dónde estaba. Me respondió que atrás, en el patio, haciendo un disfraz. Si mal no recuerdo, estuvo dos dÃas completos dedicada desde la mañana hasta la noche a confeccionar un disfraz que le habÃan pedido. Hasta que llegó una señora preguntando por el disfraz que habÃa encargado. Luego de verlo terminado, su cara no era precisamente de aprobación. Oà a la señora de los disfraces decirle varias veces que la costura "era asÃ, que de otro modo se deformaba" y bla, bla, bla... El caso es que el disfraz recién terminado no le gustó a la clienta. Y se fue sin llevar nada.
Personalmente desconozco qué pasó luego con ese disfraz, si acaso quedó olvidado por ahà o bien como uno más de entre los cientos que estaban atrás, en la caseta al fondo del patio, esperando mejor suerte y una clienta que lo quiera. Ni pensar en esos tiempos en que hacer un disfraz era algo que requerÃa tiempo y dedicación, esos tiempos en que los disfraces no los vendÃan en los supermercados, hechos en serie. Esos tiempos en que las mamás se esmeraban en hacerles a sus hijos el mejor disfraz de sus vidas y no salÃan a arrendarlo o a comprarlo por cinco lucas.
- FotografÃa de tavopp
Si el blog que usté está viendo y disfrutando se ve como en la foto, quiere decir que usté usa Firefox 2 u Opera 9. Si no lo ve igual-igual a la foto -aunque de manera aceptable- quiere decir que usté usa Internet Explorer 7. Ahora bien, si se le desarmó escandalosamente, no ve el logo o cosas asÃ, quiere decir que usté, o se metió en una cámara criogénica y acaba de despertar justo hoy, prendió su Pentium con Windows 95 y Netscape 3... o algo menos terrible: aún usa Internet Explorer 6 (por favor, que alguien lo mate ya).
Ahora me voy a dormir, mira que estar horas y horas tratando de adaptar un template bajado de por ahà y quedarse hasta las 4 de la noche es musho ya... A mà me gustó el resultado final... ¿y a usté? ¡Opine! :)
No, no la pude revisar en Safari...
Actualización (27/Agosto/2007):
Vuelta al diseño clásico. Recibo muchas visitas aún con Internet Explorer 6 (es el segundo browser más usado por los visitantes) y no serÃa simpático que el 30% de mis visitas se lleve la mala experiencia. SerÃa una falta de respeto.
Todos los años que nos conocemos.
Todas las tardes conversadas.
Todos los abrazos.
Todos los cariños.
Todo lo que crees conocerme.
¿Me permitirán algún dÃa hacerte creer que estoy bien?
¿Me permitirán algún dÃa creer que estoy bien?
¿Me permitirán algún dÃa estar bien?
Te quiero.
- FotografÃa de mnadi
Y tuvo que llorar. Tuvo que hacerlo porque no lo pudo controlar. Tuvo que llorar -y llorar con ganas- porque a su lado tenÃa a otras dos personas con dramas tan terribles como el suyo y, frente a ella, a la audiencia de un programa de TV a la que tenÃa que conmover. Y por eso tenÃa que vender su pena lo mejor posible si lo que querÃa era llevarse los cinco mil dólares. Cuánto vale el drama. Y claro, también por consejo de un tramoya.
Ya antes, en un noticiero de la tarde, habÃan logrado contactar telefónicamente a una mujer con su familia en Perú entre el caos reinante por el terremoto. La persona que respondió allá ni siquiera asumió que la conversación estaba siendo televisada a todo Chile y suelta, sin ánimo de seguir escondiéndolo, que un par de parientes comunes de ellas habÃan muerto bajo los escombros. En un momento talvez inoportuno, y rozando el mal gusto, de pronto habÃan lágrimas. Lágrimas de verdad, en vivo y para todo el paÃs. Sin libretistas. Sin actores que lloren de mentira ni melodramas reciclados.
Asà que vamos metiendo la cámara, total es gratis. Aunque para ellos no, pero... qué importa.
- FotografÃa de myrtlemount

Se quedó un buen rato mirando hacia donde ella estaba. La clase del módulo 4 ya habÃa comenzado, pero Harvey no lo notó. Tampoco se dio cuenta que su amiga ya no estaba. Miraba hacia otro lado, talvez pensando que su esfuerzo por confesarle su amor era en vano. Terminó muy triste, caminando con la cabeza gacha, tratando de pensar en otra cosa. Al bajar al patio se dio cuenta que ella sólo se habÃa movido a un lugar que no se veÃa desde arriba. Se veÃa muy triste y talvez ver un rato a su amigo le hubiese subido el ánimo, pero Harvey tenÃa miedo de no poder contenerse en sus ganas de poder expresar lo que tenÃa tan guardado, de echar a perder una amistad, preso de ese fatalismo que destruye los deseos más sinceros y las intenciones más nobles... Pero no aguantó más y se devolvió a hacerle una pregunta:
- Hola... te veo bajoneada... ¿te molesta si te acompaño?
- Me siento mal... - dijo ella.
Y se quedaron uno al lado del otro sin hablar nada.
(Septiembre 2002)
- FotografÃa de lorZ
Después de años, extrañamente, me han hecho dos invitaciones que coinciden en fecha y hora: tarde-noche del 14 de agosto. Ambas son de cumpleaños y habÃa dejado de escuchar de invitaciones a cumpleaños hace mucho. Ambas me recuerdan maneras de socializar que puse en desuso hace bastante tiempo. Y cada una en su onda, pero entre las dos abarcan todo el que algún dÃa fuera mi mundo.
Extrañamente, esta vez otros olvidaron esos malos momentos más rápido que yo y no al revés -como pudiera esperarse-.
El tÃtulo viene de una canción de Level 42 que fue lo último que escuché antes de salir de casa hacia uno de esos cumpleaños, oyéndola en play mental mientras caminaba por Salvador hacia la que era la casa de ella. Probablemente estará en el cumpleaños. Y estará dispuesta a hablarme después de eso. Pero yo no.
El otro cumpleaños no es tan distinto.
It's over. No tengo más respuesta que eso.
- FotografÃa de Black Cass

Con algunas empresas el conseguir un puesto de trabajo es igual que conseguir una mujer. Y te dicen que el famoso test no es sólo para ver qué tan bueno es uno para el trabajo, sino que también -según ellos- es para "descubrir si Mansa-Ni-Que-CompañÃa Inc. es para usted". Si eso no es un "no eres tú, soy yo", por favor que alguien me diga qué cresta es.
Enterré los sueños de amor por proyecciones que parecen tontas. Igual que esas empresas que, a cambio de la capacitación que dan, desean que ojalá hagas carrera y te quedes toda la vida con ellos. Igual que cuando en las entrevistas de trabajo te salen con esa tÃpica pregunta: ¿dónde se imagina en cinco o diez años más? Es lógico, pues. Asà mismo como uno invierte tiempo, ganas y psiquis cuando encuentra una pareja, no lo hace para terminar rompiendo con el otro al cuarto año de pololeo.
En unos cinco o diez años me gustarÃa poder saber dónde estarás, dónde terminaste trabajando, llamarte, preguntarte a qué hora sales, pasar por ti e invitarte un café. Si alguien me llegara a amar para ese tiempo es un asunto en el que no gastaré neuronas. Mi único deseo es que estés ahà cuando quiera verte y saber de ti.
Y es que, sinceramente, al dÃa de hoy es la única proyección en el tiempo que me interesa, y la única proyección que puedo hacer.
FotografÃa por beardenb