Si bien es cierto, al Profesor Rossa no le gustaba meter placements, a su programa no le faltaron réclames. Y ahí estaban los calzados Tom y Jerry. Ni los oompas ni yo sabemos si estaban usando el nombre de Tom y Jerry con o sin permiso. Pero el tener zapatos con las cualidades de las que éstos presumían, o sea anatómicos, flexibles y durables, para los más chicos de la casa, en medio de los ochentas, era algo que te tenía que recomendar un médico… o costaban su plata. O ambas cosas.
Este fue el primer réclame de zapatos Tom y Jerry que vimos muchos por la tele. Con una vibra cargadísima al futurismo y a las primeras voces sintetizadas que los computadores de esa época estaban posibilitando. Es que con cosas como ese Macintosh presentado en 1984, que además podía «hablar», habían quedado todos locos.
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