Y ya se fue la celebración de comer y tomar. Porque curao sà vale, porque siempre aparecen los iluminados de temporada, porque no entiendo cómo pueden rendirle culto a un copete tan malo y porque las ceremonias republicanas no estaban tan en decadencia. Esto es Malditas Patrañas, el verdadero show más pequeño del universo, un show que impopularmente tendrá la misma recordación y legado que la Coca-Cola Light Limón.