Si esto no asustaba al verlo en la tele, al menos dejaba una vibra rara. Cuando ni veíamos venir un marketing medicamentoso tipo Doctor Simi, aquí ya teníamos a un doc que… como que «bailaba». Nah… era un inflable que, anda a saber cómo, lo tenían ahí de un lado para el otro. Pero, de verdad, ¿era necesario hacer esa desinflada tan creepy?
[vía]
0 comentan