Siguiendo con yoghurts para peques y a tono con el día de la madre que ES HOY (no importa lo que diga el marketing), revisemos a un memorable: el Danonino. Porque en esa época de nuestras vidas, no era raro que los peluches hablaran. Y con que nosotros mismos lo hayamos creído, basta. Pero de esto no podían saber los adultos. Imagínate, destruirían toda la fantasía. Así que, amén de una mamita que nos diera un yoghurt tras de otro (que en la vida real jamás ocurriría), siempre era bacán tener un amigo perro, oso, lo que fuera, en plan cómplice para disfrutar una de las cosas más sencillas pero más geniales de esa edad: la hora del yoghurt.
[vía]
0 comentan