Los de Sutil estuvieron toda la década ochentosa lanzando réclames. Y cuando hubo que anunciar los 40 metros, se sacaron una serie de comerciales con un cabro «malo» que representaba al rollo de papel de la competencia. Y obvio, el rollo de Sutil de 40 metros, lanzado o dejado caer lejos por la guagua de Sutil, siempre le ganaba.
Sutil se anunciaba como el conveniente, el que duraba más, el «económico». Y era todo tan distinto al criterio que había en casa. Ése que decía que había que comprar precisamente el producto que *no* avisaba en la tele, porque de lo contrario pagábamos la publicidad de nuestro bolsillo.
Ahora, que el rollo de 40 metros no cupiera en el portarrollo de ningún baño de esa época… ése era un problema aparte.
Y ni hablemos de jugar con el rollo de papel.
[vía]
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