Todos los comerciales de Soprole en los 80s dejaron más o menos huella en el inconsciente colectivo. Soprole tuvo muchos postres en los 80s y, de ellos, varios ya desaparecidos. Pero muchos aparecidos en esa época aún existen, como la sémola con leche y éste, el arroz con leche.
La idea de industrializar postres caseros, sin embargo, no fue de acá sino, sÃ, adivinaron, de los gringos, que ya en la década de los 50 inventaron el budÃn instantáneo. Y, aunque ese budÃn no venÃa preparado de fábrica, se podÃa preparar en poco tiempo. Sin embargo, nuestras creaciones chilenas tenÃan su toque y fueron aceptadas muy bien desde un comienzo, a diferencia de las creaciones gringas, que eran vistas como artificiales y que, sin duda, les faltaba bastante evolución para ser lo que son ahora.
A lo que apostó Soprole con este comercial fue a la modernidad. Y, paradójicamente, lo hizo en formato de cine mudo. La madre del hogar llegó de compras con la novedad del momento. De inmediato le tiró la olla de arroz con leche casero a la nana por la ventana pa' afuera, compartió este nuevo arroz con leche con su familia, y después hasta la misma nana se tentó.
Qué moderno.
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Réclame: El tÃo Javier le trae premios a los «socios del Club» (1986)
- Por admin
- noviembre 28, 2025
Ésta es como una mirada a cómo éramos. En la era ochentosa, asà como el Té Supremo tenÃa la tradición de sortear autos, Té Club, por su lado, era más simple y ponÃa en los envases cupones con premios al instante en platita. Sin sorteos ni nada. Encontraste el cupón y ganaste. Y con el tÃo Javier Miranda, aunque en versiones siguientes fue reemplazado por Julio Videla.
La alegrÃa de los ganadores parecÃa tan genuina. Un paÃs de vidas más sencillas.
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Ya hace rato tuvimos a los Dondos, y ahora llega otro insigne de Otto Kraus: la Tuga-Tuga. Con uno de esos réclames infladÃsimos. Como sólo Otto Kraus lo supo hacer. Rochet con lo suyo también lo intentó, pero al «juguetero de Chile» jamás igualó.
Y sÃ, Xuxa estaba en todos lados.
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«Para hombres que lo consiguen todo... fácilmente».
Hora de un verdadero clásico. Aunque se podrÃa decir que es más como la secuela de un clásico. Otro Denim. Denim Musk. En tiempos en que lo «Musk» surgÃa como una suerte de nueva tendencia y saltaba hasta en la sopa, aparece este segundo Denim.
Decir icónico es poco.
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Alguien lo mencionó cuando vimos el réclame del Premium, y ya era hora: el Quark.
Porque hay mamás para quienes los hijos siempre serán los peques, y además, para algunas cosas, no aceptan segunda opinión. Y esta mamá y su «cabro grande» se enfrascan en la discusión de si el Quark es postre o colación o qué. Otra medio olvidada y efÃmera creación del tÃo Soprole.
No discutan con sus abuelas.
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¡Volvió el Preto Dato! Este quinto Preto Dato cuenta una historia que siempre nos contaron súper simplificada...
¡Ambrosoli Pop! Nuevamente, altas concentraciones de ochentismo se dejan sentir en el boliche.
Hubo varias versiones de la promo de los Pop de Ambrosoli, incluso la última ya regalaba radios con CD. Pero esta versión fue muy particular porque, junto con los «vale otro» y los «Moving Sound», se podÃan canjear hasta las pilas: un par de pilas por 10 envoltorios «sigue participando» más $150. ¡Pero esos $150 son casi $1.200 de ahora! Actualmente cuesta como unos $1.000 cada pila. Tan conveniente no era. No sé, mitad de precio... ¡pero tenÃas que comerte diez Pop!
¿Personal Stereo? Demórate un poquito más: «Moving Sound». Me tinca que Philips le soltó esos premios a Ambrosoli con bastantes «facilidades», digo, para instalar el nombre.
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Un minutazo lleno de emotividad. Otra de esas joyas publicitarias que hizo Silvio Caiozzi. Porque a las tantas de la madrugada, todos tuvimos susto.
¿Qué aprendimos hoy, chicos? Que siempre están contigo aquéllos que te quieren de verdad. Y que se puede ir a la cocina a las tantas de la mañana a buscar galletas. En los réclames, obvio.
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¿Un amigo? ¿Y Carlos?
Cuánto se puede notar aquÃ. Que el pinche era «el amigo», que al tiro la familia quedaba mirando raro y saltaba la alerta si aparecÃa más de uno, que la hija iba a ser tan soa dueña de casa como la mamá... y que todavÃa el lavalozas era visto como un producto caro y hasta medio prohibitivo. Mostrar un «madre e hija» era como enfrentar la antigua generación con sus privaciones, versus la nueva generación y sus facilidades.
Al final, era un réclame de Quix. Y, en un réclame de Quix, lavar loza nunca se vio como un cacho. Era facilito. Y más coqueteando con el locutor o, en este caso, convirtiendo al producto en un «amigo».
El toque afectivo arregla cualquier mal rato.
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«Le gana a la sed más dura». Esto un dÃa me lo pasaron, lo puse rápido en el Threads, pero nunca salió como reel.
En 1985, CCU lanzó Dorada, y uno de sus primeros réclames mostraba a un ¿atleta? que, después de quince kilómetros de correr sin parar, decÃa que lo único que quitaba la sed era una de esas Dorada. Y, si bien no sé cómo envejeció esto (o sea, una pilsen «pa' la sed»), era el marketing de la época.
Dicen que el ¿atleta? era nada menos que Fernando Solabarrieta, pero me cuesta creerlo. O sea, esto es del '85... y Fernando nació en 1970...
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Un réclame como muy hecho en Sábados Gigantes. Los Eguiguren estaban en su momento. Y el vuelito de fama sabatina alcanzó para este réclame de los muebles CIC.
No me acuerdo si en ese tiempo habÃa mucho mueble de marca falsa dando vuelta, pero los de CIC ya se aseguraban con el famoso sello. Un sello que ahora lo verÃamos como súper obvio. O sea, cómo no van a venir con la etiqueta de la marca, al menos.
Y antes que lo digan, yep, este réclame tampoco se podrÃa hacer hoy. Señora PÃa, relájese, tómese una agüita...
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