Ayer, con David Gates de telón de fondo, tocó despedir las redes sociales.
Lo curioso es que lo que detonó finalmente dejar de usarlas no fueron los contenidos ni la toxicidad esparcida por quienes, de lado y lado (sÃ, de lado y lado) construyen su mensaje a punta de odio o fanatismo para conseguir un par de clics más. Fue la ansiedad. Esa ansiedad que te controla la mente, que te hace volver cada dos horas a ver si ha pasado algo o si esa persona que te interesaba te aceptó. Y, como de costumbre, y como ha sido mi historia, todo terminó de la peor forma.
Dedicar años a recordar cosas viejas usando redes sociales, no fue del todo una pérdida de tiempo. Volver en el pasado, a donde uno fue feliz, fue algo que me permità hacer y que le regalé a quienes pasaron por allá. Lo bueno fue que no estaba solo y, cuando los de siempre dejaron de venir aquÃ, encontré a otros por allá. Hasta que llegó un momento en que, al hacer el balance de lo bueno y lo malo, no dieron las cifras.
Mis redes personales desaparecieron. Las de este boliche, quedarán como archivo. Cerrar todo y dejar aquà todos los videos rotos de Instagram que van de este año serÃa hasta ridÃculo. Patético. Como armar un show tonto, cuando la solución, al menos en los papeles, era más fácil: simplemente, dejar de usar.
Nadie cachó que allá por ahora se terminó todo. Ya lo notarán.
"...and remember, goodbye doesn't mean forever..."
Dicen que dejar una esperanza duele menos.
La Limón Soda, que habÃa sido por harto rato un producto bien “meh” y secundario, de pronto es comenzada a poner “de moda”. El “réclame” de la micro debe ser, por lejos, su spot mejor recordado de esa época. Juntemos el que se suponÃa era un “school bus” gringo desechado (una micro Ovalle Negrete o Recoleta Lira estaba mucho más a la mano, pero publicidad pirula asà que voh dale), un grupo de modelos sacado de no sé qué olimpo, y pongamos a los modelos manos a la obra para rescatar una cacharra que estaba pa’ botarla y convertirla en un bus juvenil con toda la onda.
La publicidad lo aguanta todo.
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El Spot del Recuerdo: Pepsi, el regreso (en un litro y cuarto) (1988)
- Por Preto
- agosto 08, 2023
HabÃan pasado algo más de dos años desde la desaparición de la Pepsi del mercado chileno, y ahora que una nueva compañÃa se hacÃa cargo, habÃa que golpear con todo. Un litro y cuarto (al precio normal de 1 litro) era la nueva promesa, y para graficarlo fueron directos: era como si esa botella individual efectivamente te la estuvieras llevando gratis. Y con tapa rosca, que no era común en botellas que no fueran la desechable de 2 litros. En ese tiempo hasta llevaron camiones de Pepsi a los barrios a ofrecerle a la gente los pack de 2 botellas de 1 1/4 litro (no gratis, claro, pero se pegaron tamaño show).
La Pepsi lo dio todo en la cancha. Y fue batatazo. Al punto que la Coca-Cola, en Santiago y las escasas ciudades donde ese año habÃa vuelto la Pepsi, quedó opacada y desplazada como no lo hemos vuelto a ver nunca. Era realmente triste ver, por ejemplo, a un Coco Legrand, sin parafernalia, ni siquiera con música de fondo, promocionar Coca-Cola en la tele, en pleno boom de la Pepsi. Fue un momento muy extraño para estar vivo.
A los pocos meses, ya empezábamos a ver en la tele todas las publicidades de Pepsi que nos perdimos. Y, de paso, la botella de litro y cuarto la copiaron todos y al poco rato llegaron las botellas de litro y medio, y asà se comenzó a dar la guerra de las colas versión criolla de qué empresa lanzaba la botella más grande.
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CorrÃa la era ochentosa y el recinto FISA de Maipú (hoy Parque Cerrillos) cobraba auge cada vez que abrÃa la FISA y, en otra fecha, como una feria “hermana”, la “Feria del Hogar”. Muchos la recordamos como un imperdible de la época, en donde se podÃa encontrar de todo para la casa, desde un pelador de papas hasta novedades en electrodomésticos y cosas asÃ. Recuerdo que alguna vez hubo hasta cassettes y discos de música.
Lamentablemente, la Feria del Hogar tuvo mucho efecto cabro chico: lo que recordábamos como top, hoy lo veo y me parece tan pobre. HabÃa hasta un marionetero y gente mirándolo como si fuera la gran cosa, poh.
Pero lo que estaba quedando como un recuerdo, terminó en la infamia: La Polar, como si sus repactaciones unilaterales y su ropa pirata fueran poco, cuenta también en su historia con haber comprado la marca y haber lanzado alguna vez su propia “Feria del Hogar”, con noteros de los matinales y todo, para lo que no era más que otra liquidación que, abusando de la nostalgia, como empresa china que compra una marca antigua caÃda en desgracia, tratara por nostalgia de vendernos algo.
La Polar, quisiste revivir la Feria del Hogar, pero la liquidaste. Literal.
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Hay pocos jingles tan o más recordados que éste:
(ella) Un hombre nunca olvida
(él) a la muje-er
(ambos) que le hace sentir lo que vale 🎶
Millionaire fue uno de esos auspicios icónicos de la tele y el cuento tras vender estas colonias era el de regalarle algo a su masho que le haga saber “lo que él vale”. Y ahora que lo pienso, se me hace muy parodiable. ¿Nunca el Jappening subió esto al columpio? Y todo culminado por el cantito al final: 🎶 de Mennennnnnn… 🎶. Se permiten basuritas en el ojo y carreritas a buscar pañuelos. Vaya no mah, con confianza.
* Emitido en 1991. Tengo que hacer la aclaración porque el jingle y la campaña duraron muchos años, y ya conozco lo obses que son con las fechas. Ya los tengo cachaoh.
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