Cuando chico una noche soñé que me invitaban a una suerte de parque de diversiones. Y ese parque de diversiones tenÃa, por cierto, a los tÃpicos personajes disfrazados, que eran como los de Disneyworld o Mundomágico (o el Mampato.... entre paréntesis, ¿tienen personajes en el Mampato?), con la diferencia que no los conocÃa nadie. Resulta que estos personajes estaban felices de tenerme con ellos pero, por alguna razón que no recuerdo, los rechacé y me aparté de ellos. Sin salir del parque, aún me los encontraba caminando, juntos. Yo, apartado de ellos, los veÃa ir y venir a lo lejos, en otro nivel, bien arriba, y los niveles estaban conectados por escaleras mecánicas como las de los malls, asà que mientras yo subia, los veÃa a ellos al frente bajando. Me miraban, pero sólo eso, miraban. Y sus caras, como queriendo decirme "nos perdiste para siempre".
Muchos años después, en la casa en la que vivÃa antes de independizarme, un dÃa, sin pedirle permiso a nadie, mi viejo sacaba todas sus cosas del dormitorio que compartÃa conmigo y, a falta de un tercer dormitorio, las puso en el comedor y, enojado y serio por sentir que estaba incomodando mi privacidad, se instaló ahÃ. Como el comedor estaba al fondo, puso un mueble grande en medio para que la cama no se viera tanto desde la entrada. Y asà fue hasta que me independicé.
Hoy, en la oficina. Cansado de ser el "distinto" del grupo y del ambiente "shacotero" del resto, tomé mis cosas y, sin permiso de nadie, fui a otro escritorio del área de al lado y me instalé. La gota que rebalsó el guáter: el chiflón de aire frio del sistema de aire acondicionado. Terminé discutiendo con un tipo de esos que andan llevando documentos y que comunmente se les llama para que, entre otras cosas y "por la módica suma de", suban o bajen el aire acondicionado. Digamos que le tenÃa sangre en el ojo desde el tiempo en que hacÃa la práctica y se enojó porque en el baño sacaba mucho papel. Me agarré con él. Pero no me siguió, limitándose a un "ya, pero eso dÃgaselo a XXXX..." Y la verdad de ese aire acondicionado es que fue mal instalado y que, para corregir eso, habrÃa que hacerlo todo de nuevo y eso costaba mucha plata (¿les suena familiar?).
Quienes me rodeaban tenÃan tres alternativas:
a) UnÃrse a mi reclamo.Y no fue hasta varias horas después que me dà cuenta: habÃa actuado como mi viejo. Y habÃa sido peor: se habÃan cagado de la risa de mÃ. Más nefasto aún, tuve que pasar el dÃa entero en otro lugar para que ese lugar que me habÃa tomado no se viera ocupado y la gerenta no pusiera el grito en el cielo...
b) Hacerse los huevones.
c) Cagarse de la risa.
No tengo vuelta.
0 comentan