Una experiencia fugaz: Vegamercado

  • Por William Hernández F.
  • marzo 28, 2010

Y todo partió por la necesidad de hacer una compra chica para el almuerzo de ayer sábado. Ibamos caminando por la "Séptima" y no podíamos evitar notar el nuevo supermercado que se instaló justo al frente, en la Gran Avenida. ¿Tú cachai Vegamercado? "Es como mayorista, como el Alvi..." dijo ella. Y siguió: "¿Te tinca si vamos ahí? Síiiii, querí' ir..." No, decide tú, le dije. El cuento es que estaba tan cerca que fuimos.

A los pocos pasos luego de entrar, nos percatamos de los altoparlantes con música tropical y el locutor al más puro estilo feria persa dando la "bienvenida" y anunciando una "tallarinata Carozzi"... Cualquier semejanza con supermercado de pueblo chico, pura coincidencia, claro está. Y eso era sólo la puntita: en la misma fachada, carteles de 2x2 metros auspiciados por marcas de abarrotes, al más puro estilo "Lo Valledor" daban para pensar en que nos embutirían propaganda al chancho.

Luego fue ir a buscar un carro. Empujar uno de esos carros con apenas días de uso era exquisito, la mejor experiencia con carro de supermercado de mi vida. Pero no duraría mucho: al entrar, un letrero de mediano tamaño escrito con la mítica "supermercado ochentero font" decía que no se podía pagar con tarjetas, "sólo ABCDIN..." Y me acordé que llevaba dos míseras lucas en la billetera, que con suerte me alcanzaban para hacer fideos como los de la famosa tallarinata. OK... puedo aceptarlo, están recién partiendo y talvez no tienen sistema. Dispuesto a mirar a ver si había algún cajero Redbanc por último que me dejara hacer un giro... Sorpresa, un Redbanc de BancoEstado frente ami vista, pero al seguir avanzando... oops, "cajero en mal estado"... ¡El único cajero dentro del supermercado, malo a sólo días de su entrada en servicio! Sabí' que tengo dos lucas y el cajero está malo, le dije a mi hermana. "Tiempo perdido, vamos..." me respondió ella. Y, en dos tiempos, estábamos dejando el exquisito carro nuevo en la entrada y saliendo sin perder más tiempo al Lider que está media cuadra más abajo.

OK, puedo aguantar el look and feel de supermercado de pueblo chico y su apariencia de galpón habilitado a la rápida, al locutor de persa y todo lo demás. Pero que tengan Redcompra, sinceramente, no es mucho pedir. Además, que el único convenio que tengan sea con ABCDIN (tarjeta de tienda orientada al estrato bajo y con intereses de los más usureros de la industria) ya te va dando cuenta del target al que están atacando. De verdad que los formatos de hipermercado como Lider, Jumbo, Santa Isabel y todos los demás han dejado bien alta la vara respecto a lo que existía hasta no hace mucho. De hecho, mi visita al Vegamercado recién estrenado en la Gran Avenida me hizo retroceder fácil unos 20 o 30 años.

Definitivamente, sin creerme ni refinado ni cuico (ya lo he dicho bastantes veces, en el fondo soy un quiltro), de Vegamercado, paso. No es pa' mi, simplemente.

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