De no entender. De ir con cuidado, no vaya a ser que me adelante a lo que me corresponde, o a que me salte alguna etapa importante. De examinar, y volver a examinar, y otra vez tantear el terreno antes de pisarlo. De vivir la vida lentamente. Y a ratos se agradece esa lentitud. Pero cuando la lentitud se prolonga tanto, y llega la hora de agarrar vuelo y avanzar más rápido, no avanzo más rápido.
Mi vida parte lenta, pero se mantiene lenta y jamás toma vuelo.
1 comentan
¿Qué te fumas por la mañana Preto?
ResponderBorrarSaludos!, El Cerdo