Y eso me decÃa la psicóloga. Que no estaba ocupando mi lugar, como profesional titulado, viviendo en una población. Con todo respeto hacia las poblaciones y la gente que vive en ellas, pero comencé a sentir que no me correspondÃa. Mi hermana fue la que dio el empujón final. Y de una casa con paredes con hongos y con una que otra gotera, pasamos a un cuarto piso de un edificio de departamentos. Pagando un poco más del doble, pero la diferencia salta a la vista. Definitivamente, es otra cosa.
Reflexiones después de cinco años
Hace 19 horas.
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