La Isa me encanta. Es linda y hace su pega. Por eso me gusta.
Son las 6 con treinta. Los primeros empiezan a irse. Mientras leo el tÃpico mail cacho de última hora, me doy cuenta que la Isa ya ordena sus cosas y se comienza a despedir del grupo. A veces pasa rápido y no alcanzo ni a verla. Otras veces, me levanto de mi silla a abrazarla. Pero son las menos. Casi siempre sale apurada y si se da cuenta que la miro, tiene ese gesto de llevarse la mano a los labios y tirarme un beso.
¿No es lindo que se despida asÃ?
* Foto original de freestylegirlzz (CC BY-NC 2.0)
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