De cada 5 números de atención que se sacaban en el PC Factory del Plaza Vespucio, 4 eran de gente que llegaba, sacaba número, veÃa en cuál número iban y salÃa. La espera es larga, pero nunca tanto. Nota aparte un duo de cabros chicos que competÃan por quién tenÃa más catálogos y gritaban a viva voz cada vez que cambiaban el número... ¡treinta y nueve! ¡cuarenta!... Se lo perdieron, estuvo buenÃsimo.
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