Tu sonrisa, tu forma de vestir, tu onda, tu personalidad, tu forma de saludarme, tu pelito bien cuidado... Y ese es precisamente el problema. Eres de otro mundo. Y no creo que el mio te interese.
(No, saludar... eso no significa nada.)
* FotografÃa original de Gabriela Camerotti en Flickr bajo Creative Commons (CC BY-NC 2.0)
0 comentan