Miercoles en la tarde-noche, lloviendo ni tan fuerte. Casi nunca compro en el centro, porque hay que andar rápido, porque está lleno de gente, porque no podís contar plata a la vista de la gente, bla, bla, bla. El asunto es que, a la salida del trabajo, acudí a este mítico local de la -también mítica- Casa Royal. Mítica por historia y además por la atención que muchas veces deja bastante que desear -en especial cuando quien compra desea orientación, los reyes de la atención desean pronto salir del cacho-.

La compra era simple. Audífonos. De esos grandes a los que hace rato les tenía ganas pero no tenía la plata. La sorpresa vino sólo cuando llegué a casa. El paquete venía abierto por un lado y pegado con cinta adhesiva por arriba. El empaque del producto venía mal armado y faltaba el accesorio adaptador a clavija profesional de 6.3mm. Por suerte -y admito que la saqué barata-, el audífono estaba en perfecto estado y sin muestras de uso evidente. Pero que te vendan un paquete abierto...

¿La culpa? Sinceramente, es harto rasca empezar a buscar culpables, pero algo puede explicar la famosa "ley del consumidor", esa que dice que se puede devolver un artículo dentro de los 10 días siguientes a la compra -sin dar razones- y la tienda debe restituir lo pagado. Al final, no pierden ni las tiendas ni los fabricantes. Pierden otros consumidores que reciben esos paquetes abiertos y pegados a la mala. Anteayer, en medio de la lluvia, era la situación ideal para los comercios de meter paquetes truchos, porque la probabilidad que sea advertido el hecho es menor. Empacado rápido y dentro de la bolsa. Quién lo notaría.

La ley es chanta y hecha a medias, porque considera sólo los famosos derechos del consumidor y a la cresta el resto de la cadena. ¿Para qué tienda es práctico devolver paquetes abiertos al proveedor, más aún si se trata de aparatos en perfecto estado? Lo único que queda es liquidar estos artículos a menor precio, cosa que aparentemente Casa Royal no hace. En vez de eso, le venden el paquete trucho a un pobre hueón, y adios cacho.

El año pasado me pasó que al comprar un mp3 player en PC Factory, se negaron a recibirlo de vuelta porque el envase era termosellado y no podía revenderse. Y no se les puede decir nada porque se ajustaron a la ley -que, entre otras cosas, dice que se debe devolver el aparato junto con los empaques originales en perfecto estado-.

¿Se da cuenta que ya sea respetando la ley o vendiendo trucho, el cliente no siempre recibe lo justo? A mí me quedaron debiendo un adaptador de clavija y un paquete perfectamente sellado.

Ya sabe. Tome su mapita y vaya tachando las tiendas que venden trucho.

Porque no me voy a cagar la psiquis por un adaptador que vale 500 pesos. Sí por una tele que hace más de 1 mes no me traen de vuelta. Stay tuned... la historia se pondrá muy sabrosa.