Alcohol social

  • Por William Hernández F.
  • marzo 02, 2008


- fotografía original de fensterbme -

La semana pasada la Clau se casó. Fue una ceremonia muy atípica. Y a mí me gustaba eso de ella, de la vez que íbamos a unos trabajos voluntarios de fin de semana y ella se largó a leerme una letra de una canción de Silvio, y el rostro lleno de felicidad que me regaló esa noche cuando llegamos allá y nos bajamos del bus. Ya van casi 9 años y todavía no se me borra. Talvez ella haya sido la única mujer en la que haya pensado alguna vez en algo más. Las cosas nunca han estado fáciles para conseguir pareja, y mientras corría por la vida como un pelota, ella me entendía y podíamos hablar por largas horas. Ella era una de las pocas personas a las cuales recurría cuando las cosas iban realmente mal. Y su ángel -y el de su novio, dicho sea de paso- pagan bien. De otro modo, de qué otra forma se explica que una ceremonia originalmente pensada para unos pocos amigos cercanos, haya derivado a lo que fue. Lamento no tener ningún punto de comparación, pero a la vez lo agradezco: fue el primer matrimonio al que he asistido en mi vida y fue el de ella. Eso lo hace aún más especial.

Pero llegó la hora del brindis.
La sola palabra "brindis" me patea.
Que le ofrezcan una copa de champaña a todos, me sigue pateando.
Ser el único que no brinda porque no toma [alcohol], me patea más.

Alguna vez dije que al único matrimonio al que asistiría sería al mio. Ahora digo que talvez éste haya sido el único matrimonio al que haya asistido en toda mi vida.

Te quiero, Clau.

(Tarea para la casa). 

También te podría interesar

8 comentan

  1. Me gustó esa técnica de parecer hablar de una cosa para expresar otra. Creo que la tomaré prestada.

    Saludos sangrientos

    Blood
    PS: acabo de dejar un regalo en el patio trasero, por si te tinca tomar uno.

    ResponderBorrar
  2. Los matrimonios son entretenidos. Y sí: dan por hecho que todos beben y deben dar al menos un sorbo a la copa para el brindis.

    Yo este año me propuse dejar el cigarro y no probar (o tratar) ni una gota de alcohol.

    ¡Ah! los más patético de los matris, es cuando todas las desesperadas por llegar al altar se pelean por agarrar el ramo, jajaja.

    Un beso.

    ResponderBorrar
  3. Me quedo con la duda de por qué el matrimonio te marcó tanto, qué fue lo atípico que tuvo. Pero por lo que dices, seguro que así fue.
    Y para decir con tanta seguridad ese último párrafo. Vaya. No soy quién para aseverar nada, cuando más lo hago, me resulta lo contrario.
    Saludos

    ResponderBorrar
  4. Hac epoco tuve que ir al matrimonio de un compañero de universidad, cuyo apuro sigo sin entender. Nunca tomo pero cedí y me tomé un mango sour, que era como tomar jugo de fruta. Cero problemas. La serie de brindis las hice con Coca-Cola. Si siempre me gusta desentonar.

    Entretenidos los matrimonios, pero hasta por ahí no más.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  5. Empiezo a pensar que te encanta peder y enrostrarlo en la web, no sé porqué!

    Saludos, el Cerdo!

    ResponderBorrar
  6. mmm
    tenía lgo pensado
    pero leí el comment de arriba

    siii
    tienes que escribir un post más feliz
    porque tu mismo dices cosas feas
    como que nunca te vas a casar

    a veces no importa el papeleo
    pero si una familia
    hacer patria mierda! (jajaja me encanta esta palabra)


    besos

    ResponderBorrar
  7. Anónimo3/07/2008

    En mi vida he asistido a 4 funerales y una sola boda (por el civil), al revés de Hugh Grant.

    Creo que tampoco asistiré a la mía, voy a estar en un hogar de ancianos...

    Súper optimista yo.

    Saludos!!

    ResponderBorrar
  8. no bebes..
    pero te expresas.. interesante combinacion.

    ResponderBorrar