Habrá sido una media hora. Haciendo hora. Frente a mÃ, por el pasillo, se sentÃan los clac clac de los tacos altos, más aún a la hora de almuerzo. Hay que recuperar energÃas, si no con qué ganas seguirán con su clac, clac... ¿Comemos juntos? Es que me quedaron algunas cosas pendientes, pero te alcanzo... La hora seguÃa corriendo. Pero habÃa que esperar al encargado de informática que nos llevara al interior de la oficina para mostrarnos el que serÃa nuestro lugar de trabajo todo el semestre. Hasta que llegó. Obviamente, sus zapatos no hacÃan clac, clac... No, hacÃan un sonido bastante más feo. Y es que me comenzó a agradar el clac, clac. Sonaba elegante, sobrio, hasta atractivo, sugerente... Es increÃble como vuela la imaginación a partir de un simple clac, clac...
Pero, al final del dÃa, ella se saca los tacos y se acaba el clac clac. Y son otros los estÃmulos que toman su lugar. El clac clac, que tanto estimulara la imaginación previamente, además de estas lÃneas, quedan como alpargata al lado de la experiencia de vivir ese momento que sigue. Y las alpargatas, que yo sepa, todavÃa no hacen clac, clac...
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Weon, este es un cuentito notable...me recuerda el olor de la ropa de una ex...era increÃble, ahora lo más increÃble era cuando yo no sentÃa ese olor, pero ella seguÃa ahà conmigo.
ResponderBorrar..y eso si que era una alpargata.-
CuÃdate.-
Yo ando por la vida asà claclaclakeando, si pudiera hacer ese sonido en mi sueños también lo harÃa.
ResponderBorrarY miro los zapatos de la gente y a veces amo y otras odio... y es que los zapatos son como los ojos... Pueden decir tanto de una persona.
Fetiche? Quizás !
Saludos Mil
Por qué los hombres son fanáticos de los fetiches que resultan una tortura fÃsica para las mujeres?
ResponderBorrarSiempre me lo he preguntado. Sólo curiosidad.
Saludos!!
Esos tacones son una maldita tortura, yo no nacà para andar con tacones asà como no nacà para andar con reloj ni pulseras...
ResponderBorrarNo sé, es algo intrÃnseco