Clac, clac...

  • Por Canal Preto
  • noviembre 19, 2007


- fotografía original de peterFlaherty -

Habrá sido una media hora. Haciendo hora. Frente a mí, por el pasillo, se sentían los clac clac de los tacos altos, más aún a la hora de almuerzo. Hay que recuperar energías, si no con qué ganas seguirán con su clac, clac... ¿Comemos juntos? Es que me quedaron algunas cosas pendientes, pero te alcanzo... La hora seguía corriendo. Pero había que esperar al encargado de informática que nos llevara al interior de la oficina para mostrarnos el que sería nuestro lugar de trabajo todo el semestre. Hasta que llegó. Obviamente, sus zapatos no hacían clac, clac... No, hacían un sonido bastante más feo. Y es que me comenzó a agradar el clac, clac. Sonaba elegante, sobrio, hasta atractivo, sugerente... Es increíble como vuela la imaginación a partir de un simple clac, clac...

Pero, al final del día, ella se saca los tacos y se acaba el clac clac. Y son otros los estímulos que toman su lugar. El clac clac, que tanto estimulara la imaginación previamente, además de estas líneas, quedan como alpargata al lado de la experiencia de vivir ese momento que sigue. Y las alpargatas, que yo sepa, todavía no hacen clac, clac...

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4 comentan

  1. Weon, este es un cuentito notable...me recuerda el olor de la ropa de una ex...era increíble, ahora lo más increíble era cuando yo no sentía ese olor, pero ella seguía ahí conmigo.

    ..y eso si que era una alpargata.-

    Cuídate.-

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  2. Yo ando por la vida así claclaclakeando, si pudiera hacer ese sonido en mi sueños también lo haría.

    Y miro los zapatos de la gente y a veces amo y otras odio... y es que los zapatos son como los ojos... Pueden decir tanto de una persona.

    Fetiche? Quizás !


    Saludos Mil

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  3. Anónimo11/21/2007

    Por qué los hombres son fanáticos de los fetiches que resultan una tortura física para las mujeres?

    Siempre me lo he preguntado. Sólo curiosidad.

    Saludos!!

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  4. Anónimo11/21/2007

    Esos tacones son una maldita tortura, yo no nací para andar con tacones así como no nací para andar con reloj ni pulseras...

    No sé, es algo intrínseco

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