Oye, y ¿viste el festival? ¿te gustó algún artista? ¿qué hiciste en las vacaciones? ¿saliste?
No.
Casi no pesqué, estuvo medio fome.
No hice nada.
Menos salí.
¿De qué quieres conversar?
Yo no quería conversar. Sólo fui a verla a su oficina y quiso almorzar conmigo sin yo pedirlo. Fue como ese reflejo que tienen los perros cuando se les acerca un trozo de carne y se ponen a salivar. Sólo que no hubo carne ni hueso, sino que visita.
Qué canalla soy. Haberme desconectado de todo el mundo de carne y hueso por dos meses. De qué se podría hablar en un caso como éste...
Por supuesto que lo leído en blogs no cuenta. Y las horas mirando el techo, mucho menos.
Fotografía: http://www.flickr.com/photos/justingaynor/
3 comentan
Por qué no cuenta nada de eso? Por qué dejar de lado lo que leiste en los diferentes mundos? A veces, hablar de las sombras que viste en el techo es mejor y mas auténtico que repetir el titular farandulero del diario camino a dicha oficina.
ResponderBorrarLo que vivimos no tiene por qué ser espectacular, nuestras charlas no siempre resultaran dignas de un premio filosófico pero eso somos... Almillas pensantes y, a ratos, solo espectadores del techo sobre nuestra cama.
Night night! Dulces sueños (F)
igual hay conversa niño
ResponderBorrarpor o menos se inventa
yo igual hablo de los blogs
jojo
eso es looser?
Besitos***
jaja que chistoso. es entretenido quejarse, aun mas después que todo esta hecho.
ResponderBorrarpor lo menos te invitan a almorzar.