Mirando hacia el techo.
Recuerdos de infancia, de navidades pasadas.
La película favorita de todos los años en TV
que un día desapareció para siempre.
Los regalos queridos y los otros.
Los tradicionales bingos de la cuadra
para comprarnos un regalo de mil pesos.
El cuento con el que nos salían cada año
y al que cada vez cambiaban algo...
Que el viejo
tenía una llave mágica
o que al lado de la puerta
había otra puerta "invisible"
que sólo él podía abrir...
Que había que dar una vuelta a la manzana
para darle tiempo al viejo guatón.
Que miráramos al cielo para ver el trineo
el que mi viejo juraba que existía
y nosotros no veíamos nada...
Que faltaba una pieza de algún juguete
y nos decían que se le había caído del trineo...
Los regalos nunca los trajo el viejo guatón
con traje de Coca-Cola
sino que mi viejo
y mi vieja
que está allá arriba
y que le debe constar
que el trineo del viejo rojo
por allá no ha pasado nunca...
No fueron malas mis navidades
sólo fueron hechas de cosas simples
a las que este mundo actual
les quitó su capacidad de emocionar...
¿Te parece si desde ahora
comenzamos a crear
nuevas y mejores historias
para a nuestros hijos contar?
Te espero.
1 comentan
Mira, la verdad es que pensaba que ia a ser otra de esas mierdas melosas navideñas pero no, te quedó hasta lindo.
ResponderBorrarFeliz navidac, le desea el Cerdo Navideño.
PD: Lo mejor de la navidad es comer!