Fotografía: mr3wan @ Flickr
Cuando estaba en los primeros años de universidad, en un curso de eléctrica tenía una compañera de la que me encantaba su letra. Un día falté a clases y le pedí que me guardara cualquier hoja con ejercicios que entregara el profesor. Al otro día la vi y, cual fuera mi sorpresa, le había puesto mi nombre a la hoja que me guardó. Y me encantó el gesto pero, por sobre todo, me encantó su letra. Así que, cuando nos entregaban guías de ejercicios y aunque estuviera yo presente en la clase, le pedía de todas formas que volviera a escribir mi nombre en esas guías. No lo podía evitar. Nunca me atreví a confesarle la verdadera razón.
Siempre la caligrafía de las mujeres me ha parecido linda. Lo raro es que muchas compañeras de universidad también elogiaron mi letra manuscrita. Yo no le encontraba nada del otro mundo. Todo lo contrario, amén del teclado y del Internet, creo que hasta ha empeorado.
¿Me escribirías una carta, aunque sea breve, de tu puño y letra? Sería un lindo regalo para finalizar el año. Prometo responderte.
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1 comentan
Tienes razón. El computador ha hechoq ue cada vez escribamos peor.
ResponderBorrarBuena suerte en el 2007!