FotografÃa: *davidsangle @ Flickr
PodrÃa dedicarte estas lÃneas en un dÃa futuro...
Erré el paso y me di cuenta de lo distintos que éramos después de todo. Considerando que uno debe hacer aquello que tiene ganas de hacer. El optimismo a veces termina desvaneciéndose. No eras quien creÃa. Pero cómo puedo decirte adios. Cómo podré serte sincero. Reconozco que no habÃa pensado en esto. Toda mi mente estuvo siempre concentrada en corresponderte, en ser contigo como tú fuiste conmigo. En darte de lo que me dabas, preocupado por ti, de ser atento contigo, de aportar a tu felicidad. Pero me olvidé de mÃ. De mà y de mi camino. Hacia dónde voy. Siempre está el camino de poner el piloto automático, hacerse una lÃnea recta y seguirla. Pero eso no es vivir. Es estar en un congelador. Es postergar la vida hasta algún dÃa futuro. ¿Cuando salir del congelador?
Mantengo el contacto contigo por costumbre, porque no me da el cuero para decirte que ya no más.
Es duro confesarte que todo ha cambiado, que lo que aportaste a mi vida fue imprescindible para sobrevivir hasta el dÃa de hoy, pero que ya no es lo mismo. Que consideré a una idealización en lugar de a tu persona. Que tuve algo contigo construÃdo en idealizaciones y millones de esperanzas en tu persona.
Es en este momento cuando pienso que la única razón para estar contigo era ese maldito miedo a la soledad.
Maldito.
3 comentan
Ésas son palabras que yo dediqué en un pasado no tan lejano. Y es difÃcil. Porque uno piensa en todos alrededor, todos te piden explicaciones, y te queda poco tiempo para pensar en ti. Hasta culpable te sientes.
ResponderBorrarPero, creo, ahora... que es más difÃcil aún, darse cuenta que "las personas no tienen fé".
He escuchado muchas veces lo mismo: "no entiendo para qué el esfuerzo, deshacer todo, para qué? para comenzar luego con algo que terminará igual?
Todos terminan acostumbrándose por miedo. Miedo a la soledad. Al qué dirán. A lo que viene. A lo que dejas. Siempre hay miedo.
Un abrazo,
Una de las cosas más difÃciles de las relaciones, de pareja es dejar de idealizar al otro. Es mirarlo y mirarse uno mismo como seres con defectos y cosas buenas. Y lo más duro es decir adios, pero es lo más valiente. Y, sonando a vieja, eso es señal de madurez.
ResponderBorrarPorque la verdad leyendo los post anteriores daban ganas de decirte que lindo, pero tienes que atreverte a querer a alguien.
EL VERDADERO AMOR, DESDE MI PUTO PUNTO DE VISTA, ES AQUEL QUE SOBREVIVE A LA CAIDA DEL IDEAL? ES AQUEL QUE A PESAR DE TODAS LAS FALENCIAS QUE PUEDES IR ENCONTRANDO EN AQUEL SER AMADO, SIGUE SIENDO EL OBJETO QUE DESEAS A TU LADO?
ResponderBorrarKILTRO PASÓ Y POSTEÓ?