Vi hace un rato la temperatura de Santiago. 29 grados. Talvez para este rato ya haya pasado los 30. Pussshhhhha la calore ¿ah? Conversaba con una amiga por MSN y a pito de nada salió una pequeña conversa sobre qué era lo más loco que cada uno había hecho para lidiar contra el maléfico doctor car'e gallo. Me contaba que lo más loco que ella había hecho fue manguerearse con ropa en el Parque Forestal. Nice try.

Mi experiencia extrema de lucha contra la calore fue, ahora que lo recuerdo bien, en segundo medio. El trabajo del ramo de Técnicas Especiales de ese año (en que se acababan los ramos artísticos) era construir un mueble. Y ahí las ideas de cada uno. Hubo estantes para cassettes (que en ese tiempo todavía se usaban harto), CDs, mesas de centro, yada, yada, yada... Yo, en mi brillante iluminación de mi púber cerebro, quise construir un rack, uno de esos muebles que sirven para poner TV, sistema de sonido (diría "equipo de música" pero suena bien shulo), VHS y otros. El día de la revisión y de la nota final, luego de un magnífico 7.0, tuve que desarmarlo y llevarlo a casa. Yo solo. En micro. Luego de bajarme y de caminar unas cuatro cuadras con los pedazos de madera trupán a cuestas, sentía un cansancio y un calor horribles. Así que llegué a casa, dejé la mochila y los trozos de madera en un rincón, me metí al baño, abrí la ducha y como era tanto mi calor y mi cansancio, me metí así tal cual, claro, sin la chaqueta (que tenía que llevarla puesta porque no tenía dónde llevarla), pero con ropa y zapatos, debajo de la ducha. Y no quise pensar nada más hasta unos 10 o 15 minutos bajo ese refrescante fluído.

La ropa se secó en un par de horas. Los zapatos... bueno... eso se demoró un poco más.

Les dije que era extremo.



[De 44 Shadow Lane]