No es crisis de pánico. Suerte.

Todos los días que tengo prueba de algo es lo mismo. Ando tenso y me desequilibra cualquier cosa. Stress le dicen. Y caigo en mi debilidad de siempre, en transformarme en lapa. No me gusta. Porque estoy invocando lástima. Me gustan los abrazos. Pero cuando me siento bien, cuando puedo olvidarlo todo y darme un tiempo para cambiar completamente de rutina.

"Nos debemos un abrazo", le decía a una amiga. "Pero cuando me sienta bien", aclaré. Porque si estoy mal, el abrazo deriva en petición de hombro. Y pedir el hombro para llorar es de mamón y te vuelve a meter al círculo.

"La alegría de vivir / no la tienes que pedir / sólo tienes que sentirla dentro de tu corazón / La alegría de vivir / tú la puedes compartir / sólo tienes que decirle a todos / quiero ser feliz..." (Me estaban dando la respuesta en la tele hace 12 años y no pesqué...)

[De 44 Shadow Lane]