Para mí no existen los "días de". Es bien conocido que es un invento de los publicistas de mierda que ya no hallan lugar para invadir con sus afiches multicolores. Mucho menos existen boludeces como el día de la mamá. La mía debe estar en una fosa común de cierto cementerio. La llevamos allá pensando en que estaría "mejor". Mi viejo pagó la primera cuota de la sepultura y después no pagó más. Recuerdo que el día del funeral mi viejo y su familia se ocuparon el bus que nos llevaba y dejó a casi toda la familia de mi vieja plantados a la salida del cementerio que queda a la cresta del mundo. De ahí se comenzó a formar una odiosidad horrible. Mi abuela materna murió hace poco. El mismo día del nacimiento de mi vieja: 20 de febrero. Poco antes nos habían avisado que estaba mal para que la fuéramos a ver, que no nos iban a hacer nada, que no nos serían hostiles. Fue mi hermana. Le tiraron el rosario completito. Supuestamente todos nosotros éramos culpables de la muerte de mi vieja porque supuestamente "no la cuidamos". La misma hija de perra que le recomendaba a mi vieja cuanta huevada de pulserita o médico brujo que escuchaba en radio AM estaba diciendo eso. Si pudieran imaginarse la impotencia que sentimos. Frente a las creencias en médicos espirituales, pulseritas de mierda, chamanes hijos de perra, no hay mucho que hacer (y andale a decir que son chantas...) Y mi vieja, creyendo en estos hijos de perra se dejó estar, meses y meses hasta que le descubrieron un cáncer terminal. ENFERMEDAD DE LA PUTA.
Personalmente me gustan los días que uno mismo celebra cualquier cosa, un día propio de uno, al margen de celebraciones masivas. Pasarlo bien uno mientras la monotonía se come al resto. Vuelvo a decirlo: para mí no existen estos días de mierda de celebración masiva, en donde la masa celebra y unos pocos miran a la masa con amargura. Y sí que fue una mierda de día.
0 comentan