No me criaron para ser fuerte

  • Por Canal Preto
  • mayo 16, 2005



Me habían prestado una carpeta con apuntes de Finanzas, mi ramo zombi de este semestre. Iba a tomar la micro después de decidir que era mejor irme a estudiar a mi casa, porque de lo contrario caería facilmente en ir un rato corto a una sala de computación, para después alargar ese rato a uno más largo y después otro rato más, para finalmente terminar quedándome toda la tarde y llegar a mi casa a las 10:30 de la noche, cansado, sin haber estudiado y (obvio) sin ganas de estudiar. 

El micrero de la puta no me paró.

El micrero de la puta no me dio ni la cara.

El micrero de la puta me cerró la puerta del bus en mi cara, frente a la luz roja del semáforo.

El micrero de la puta no quiso notar como golpeaba con fuerza la puerta de su bus.

El micrero de la puta no se dio cuenta cuando pateé su bus cuando ya se iba.

Al instante recordé cuando al tomar la micro en la mañana, ante un suceso idéntico a éste, pateé la puerta trasera de una micro y caí al suelo, con la rueda trasera a centímetros de mi cabeza. Al momento imaginé que algo así hoy en la tarde habría sido comentario en cualquier pasquín oficial de la PUC, mas no en conversaciones de estudiantes (porque en verdad la vida de uno le importa un moco al resto), así como hace algunos años un estudiante de no sé qué carrera se desmayó en las afueras del campus. En la pastoral lo recordaron por varios días, pero... obvio, un chico de la Pastoral es en teoría un chico bueno, esforzado, talvez hasta humilde. Yo ni eso.

Cinco minutos luego de esto pensé que no valía la pena seguir esperando micro. Había que salir de escena por seguridad. ¿Qué tal si sucede otra vez? Además no quería soltar el lagrimón y que todos me vieran. Volví al campus, me metí en una de estas salas enviciantes, y desde aquí escribo.

Como dice el título de mi post, no me criaron para ser fuerte. Toda esa gente que dice que soy fuerte y perseverante... ¡aberración! Al más pequeño factor en contra me desmoralizo.

¡Sí, mierda, soy niñita, me la lloro toda y qué!

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4 comentan

  1. Esos "señores" son tan especiales. Hay días que realmente me da lata tomar una micro, porque para que paren uf! misión imposible ( sobre todo en las horas peaks). Lo otro, es que uno les dice " por favor en la esquina..." y parece que no saben lo que es " esa esquina", porque pasan de largo por varias cuadras. Debo admitir que hay algunos que igual son más considerados y amables, pero son súper contados.

    Y sobre lo de ser fuerte, creo que el tiempo nos hace ser más duro ante determinadas situaciones. Pero en el fondo uno sabe que a pesar de proyectar eso, siempre tenemos nuestro corazón de abuelita.

    " no importa cuántas veces te caiga, lo importante es que te levantes..."

    Saludos y ánimo!!

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  2. Cambiarán las cosas en cuanto corra el TranSantiago?...POR FAVOR!
    Y sí, las malditas salas crisol te llaman y no te sueltan (bueno, al menos a una que no tiene banda ancha en casa), de lo contrario no estaría en la de enfermería en este minuto :P
    Saludos! :)

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  3. lindo, a mi me han saltado varias lágrimas al ver que no me paran las micros..y eso que se me pasan por lo menos 3 antes de ver el numerito que me sirve...odio las micros amarillas, gracias a Dios para llegar a mi casa tomo los buses interprovinciales, que son un 9o% mejores. Me acuerdo de ese niño que se desmayó, porque yo llegué unos minutos más tarde así que estaba toda la conmoción...

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  4. Anónimo5/19/2005

    Na que ver con el post .. pero quería decirteque encontré súper bueno eso de la radio al lado ... he estado rallando la papa con Mecano ... gracias por eso

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