En un arrebato reflexivo de mala muerte acabo de concluir que todos los problemas del mundo se deben a que cada uno de los seres de este cada dÃa más decadente planeta lleva una escala de valores distinta y que por eso no se ponen de acuerdo y pelean en vez de hacer bien su trabajo como habitantes del planeta y de ahi todos los problemas. OK, sÃ, reflexión barata, pero es lo que hay. Y sin ir mas lejos, estaba hace un momento probando esto de las diferentes escalas de valores. Estaba leyendo el diario de vida de mi hermana. Pero antes que me crucifiquen por hacer algo tan vil... yo y mi hermana tenemos distintas escalas de valores -sin ir más lejos-, es asà como mi hermana tiene diario de vida mientras yo preferà tener blog (y el flaite que le robó la bicicleta a mi viejo desde la puerta de la casa sin duda tenÃa otra escala de valores). Asà que quise leer el blog de mi hermana para descubrir por qué a veces anda tan idiota. Su año pasado estuvo plagado de cuasi metidas de pata, minos un poco atrevidos en sus proposiciones y momentos de todos los sabores.
Siento que he llevado una vida que se pudre de fome. La vida de mi hermana sigue siendo 20000 veces más social que la mÃa pero ahora ella sale más de una vez a la semana. En rigor, de lunes a viernes y a veces el fin de semana. Es que ahora ella trabaja y llegar con plata a fin de mes me va dejando a mà como el mantenido de la casa y a ella con licencia para dar rienda suelta a toda su sarta de mañas. El resultado es que ahora se puso más idiota que antes.
Volviendo al diario de vida, me queda dando vuelta por qué las mujeres son tan atadosas mientras que el hombre es bastante más práctico. Talvez todos mis fracasos con el otro sexo no hayan sido por mi culpa exclusiva sino por este rollo que cada mujer tiene. Como dice la canción de la Julieta Venegas "...qué más quisiera yo que ser feliz y darte amor amor..." -y dicho sea de paso, me ha dejado llorando con dos de sus temas arriba de una micro-, para una mujer enfrentarse a la posibilidad de una relación amorosa es un dilema existencial cuando ella no estaba pensando precisamente en aquel varón que le presenta, esperanzado, su propuesta amorosa.
Mi hermana dice en su diario que aprendió que amigos son amigos y minos son minos. Yo digo que las amigas son muy pocas y las minas... no valen la pena. Otros valores. Por suerte, actualmente tengo a alguien por quien vivir, alguien con quien coincidimos en nuestra necesidad de cariño, en nuestra confianza para compartirlo y en nuestra promesa de amistad por siempre.
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