¿Un amigo? ¿Y Carlos?
Cuánto se puede notar aquí. Que el pinche era «el amigo», que al tiro la familia quedaba mirando raro y saltaba la alerta si aparecía más de uno, que la hija iba a ser tan soa dueña de casa como la mamá... y que todavía el lavalozas era visto como un producto caro y hasta medio prohibitivo. Mostrar un «madre e hija» era como enfrentar la antigua generación con sus privaciones, versus la nueva generación y sus facilidades.
Al final, era un réclame de Quix. Y, en un réclame de Quix, lavar loza nunca se vio como un cacho. Era facilito. Y más coqueteando con el locutor o, en este caso, convirtiendo al producto en un «amigo».
El toque afectivo arregla cualquier mal rato.
[vía]


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